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PhotoEspaña reúne en Madrid a lo más granado del panorama fotográfico internacional pasado y presente, auténticos números 1. Sin embargo el veredicto del público es inapelable, y en esta ocasión no ha premiado a ninguno de estos «barones», sino un montaje realizado por 10 jóvenes artistas, casi desconocidos, residentes todos ellos en Hispanoamérica. La muestra se exhibe en un espacio tan apropiado por su significado como el Instituto Cervantes, colaborador activo en la organización de esta exposición, y podrá ser visitada hasta el 20 de Septiembre. Ante la desbordante oferta que PhotoEspaña ofrece estos meses en la capital, el premio constituye quizá un incentivo para que nos acerquemos también a contemplar las obras de autores menos reputados, pero con ideas mucho más frescas.
“Resiliencia” es el curioso título que ha recibido esta exosición colectiva de fotografía documental, contiene 145 instantáneas realizadas por 10 jóvenes creadores residentes en Hispanoamérica y plasman la realidad cotidiana en esos países. La muestra es el resultado de un proceso que comenzó con una convocatoria abierta para todos los fotógrafos residentes en Hispanoamérica. Un jurado de expertos, designado por PhotoEspaña, seleccionó 40 proyectos de entre los 342 que se habían presentado para participar en el visionado de portafolios, que tuvo lugar en los Centros Culturales de la AECID en México DF y en Lima. El concepto “Resiliencia”, que da nombre a esta exposición, cuantifica la capacidad de regeneración de un cuerpo después de un impacto y da fe de una continua aclimatación, de ahí que los trabajos aquí presentados incidan desde diversas perspectivas en la capacidad de adaptación y superación de una sociedad que se ve afectada por continuas fluctuaciones. En América Latina los procesos de creación surgen en plena efervescencia política, económica y social. Se presenta el trabajo de profesionales que, además de tener la inquietud de mostrar los cambios que acontecen en su entorno, reflexionan sobre el papel de la imagen en nuestra sociedad. De esta forma, los paradigmas habituales se cuestionan y los formatos se adaptan a nuevos códigos visuales en un momento de continua mutación. Así la visión de Latinoamérica que los jóvenes han mostrado en esta edición de PhotoEspaña ha sido la que ha cautivado totalmente al público. Un hecho que no deja de ser revelador, teniendo en cuenta los excepcionales montajes de clásicos como Dorotea Lange, o innovadores como Waali Raad; y que pone en evidencia la facilidad del público en identificarse con las propuestas que llegan desde los países hispanos y especialmente con la documentación de sus realidades cotidianas.