«La presión, las exigencias, la partida a varias manos,… – la nota sobre la visita de Merkel al rancho de Bush ofrece información sobre los manejos de Estados Unidos en Europa. El continente que tanto desea mantener su papel como aliado más importante de Washington, no es tomado tan en serio por los responsables de la política exterior de EEUU. Los líderes europeos son vistos como enanos políticos, sobre todo porque se dejan enfrentar unos contra otros con tanta facilidad.»
Todo el mundo, al arecer, quiere algo de Washington – y EEUU mira con menosprecio a los europeos como consecuencia de ello. El gobierno del sucesor de Bush, Obama, por lo tanto se siente confiado acerca de ignorar los deseos de los políticos europeos o enfrentar a unos contra otros. "Los funcionarios en Washington saben mejor que nadie cómo los líderes compiten por una audiencia con el presidente o el secretario de Estado", dice el historiador británico Timothy Garton Ash, de la Universidad de Oxford. "El juego tonto es el mismo." (DER SPIEGEL) LA JORNADA.- Cuarto escenario: impensable y “bellamente” articulado por la columna Lex, de The Financial Times”, que “divide a la eurozona entre los relativamente prudentes y los relativamente imprudentes, en términos de política fiscal. Se asienta algo así como la región de un nuevo marco alemán: Alemania, Holanda, Austria, Finlandia y algunos pequeños países”. Italia es eyectada, aunque su parte norte pudiera permanecer”. Aducen que este escenario extremo no es tan nocivo para la estabilidad política y la recuperación económica, ya que los países periféricos más débiles serán dañados durante una generación, pero la integración europea es mucho más que intentar compartir una divisa entre países con políticas fiscales divergentes y nula convergencia en productividad. Alemania. Der Spiegel La manipulación de los enanos políticos de Europa Gregor Peter Schmitz A los políticos de la Unión Europea les gusta verse a sí mismos teniendo un alcance global. Pero según los cables diplomáticos americanos desde las capitales europeas, EEUU difiere de esta opinión. A través de la rivalidad entre Merkel, Sarkozy y por otros medios, resulta fácil para Washington hacer jugar a unos líderes de la UE contra otros. Era noviembre de 2007 en Texas, y la canciller alemana fue invitado al rancho de George W. Bush en Crawford. Sólo a unos pocos elegidos líderes mundiales se les había concedido tal honor. Incluso el marido de Merkel, Joachim Sauer, casualmente vestido con pantalones vaqueros, la acompañó a la visita al entonces presidente de Estados Unidos, una rareza para un hombre que rara vez acompaña a la canciller en sus viajes al extranjero. Merkel, su esposo y los Bush sonreían bajo el sol de Texas. Antes de la visita, sin embargo, diplomáticos de EEUU se habían reunido para analizar la relación de costes-beneficios. "Merkel está compitiendo con un más dinámico presidente francés (Nicolas) Sarkozy, para sobresalir en la escena internacional", dice un cable de la Embajada de EEUU en Berlín. La visita de Sarkozy a Washington y su discurso ante el Congreso un par de días antes desde luego no había escapado a la atención de la canciller alemana, según las anotaciones del cable. La visita a la finca ofrece una oportunidad para que la líder alemana puede presentarse como el político más importante de Europa. Podría, sin embargo, exigirse un precio por la visita, sugiere la nota. Bush podría exigir progresos en algunas cuestiones clave en la recuperación de las relaciones – en la participación de Alemania en Afganistán, por ejemplo. Especialmente sensible La presión, las exigencias, la partida a varias manos,… – la nota sobre la visita de Merkel al rancho ofrece información sobre los manejos de Estados Unidos en Europa. El continente que tanto desea mantener su papel como aliado más importante de Washington, no es tomado tan en serio por los responsables de la política exterior de EEUU. Los líderes europeos son vistos como enanos políticos, sobre todo porque se dejan enfrentar unos contra otros con tanta facilidad. Nicolas Sarkozy es considerado especialmente susceptible a esta influencia. Una nota de la Embajada de EEUU en París antes de la primera visita oficial del presidente francés, consciente de su estatus, a Washington en 2007 dice: "Sarkozy el Americano" es sabido hace mucho tiempo que es un epíteto aplicado al nuevo presidente de Francia …. EEUU fue el único otro país mencionado por su nombre por Sarkozy en su discurso del aniversario de la victoria." Cuando Barack Obama, entonces candidato a la presidencia, viajó a París en julio de 2008, dice otra nota, "Sarkozy reorganizó apresuradamente su agenda sólo para poder llevar a cabo una conferencia de prensa con Obama. Con la esperanza de un contacto intenso y regular con el presidente Obama", dice el cable. Un documento de la Embajada de EEUU en Gran Bretaña expresa sentimientos similares sobre el entonces primer ministro británico, Gordon Brown – documento escrito poco después de que Brown asumiera el cargo. El cable toma nota de que el nuevo primer ministro no quería ser visto como un "perrillo faldero" de Bush, como su predecesor, Tony Blair había sido. También en este caso, sin embargo, la conclusión fue que "lo que quiere –y sabe que Gran Bretaña necesita– es una fuerte relación con la administración de EEUU" Todo el mundo, al parecer, quiere algo de Washington – y EEUU mira con menosprecio a los europeos como consecuencia de ello. El gobierno del sucesor de Bush, Obama, por lo tanto se siente confiado acerca de ignorar los deseos de los políticos europeos o enfrentar a unos contra otros. "Los funcionarios en Washington saben mejor que nadie cómo los líderes compiten por una audiencia con el presidente o el secretario de Estado", dice el historiador británico Timothy Garton Ash, de la Universidad de Oxford. "El juego tonto es el mismo." Menos que emocionada Obama considera este juego especialmente absurdo. Criado en parte en Indonesia y sin vínculos personales con Europa, el presidente presta poca atención a la sensibilidad transatlántica. En cambio, mira a Asia y habla de un "siglo del Pacífico". Durante una visita en 2009 a Europa, el presidente estadounidense optó por pasar una noche tranquila en compañía de amigos, en lugar de celebrar públicamente la unidad transatlántica con Sarkozy y su esposa Carla Bruni. El presidente francés estaba menos que emocionado. Para su visita con Gordon Brown, Obama tenía una colección de DVD de películas antiguas en la mano como un regalo para su anfitrión. Pero el presidente tenía dificultad para usar el término "relación especial" para describir el vínculo entre Londres y Washington. Las notas diplomáticas ahora revelan cuán fríamente jugueteó Obama con las vanidades diplomáticas europeas – en unos momentos en que muchos en Europa habían sucumbido a la Obama-manía. La oportunidad de fotografiarse con el hombre más poderoso del mundo era un premio gordo para los políticos. Los diplomáticos estadounidenses, por ejemplo, dicen sobre el primer ministro español José Luis Rodríguez Zapatero y sus ministros: "Por razones de política interna, desean intensamente una cumbre EEUU-UE, y la falta de una visita presidencial sería visto como un gran fracaso de Zapatero". El deseo de una visita de Obama por parte del primer ministro podría ser utilizado para servir a los intereses propios de Estados Unidos, analiza el cable – exigiendo a España ofrecer ayuda concreta en Afganistán, Irán o Guantánamo a cambio de la asistencia de Obama a la cumbre, por ejemplo. No hay suficiente Zapatero, como es el caso, ya había enviado soldados adicionales a Afganistán en su primer mandato en el cargo y su país también había convenido en aceptar cinco prisioneros de Guantánamo. Pero no fue suficiente. Poco antes de la cumbre, mientras los líderes europeos se peleaban por la disposición de los asientos en la cena con Obama, el presidente canceló abruptamente su participación, citando a su apretada agenda. Uno puede hacer estas cosas con los europeos. La revista norteamericana Time acababa de editar una portada titulada "La increíble Europa menguante." La crisis financiera y los problemas con el euro sólo han reforzado el escepticismo de EEUU. La respuesta coordinada de Europa a la crisis de la deuda sirvió para demostrar la creencia de EEUU que Europa carece de liderazgo. La denuncia del ex Secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger de que Europa carecía de un número de teléfono, los cables lo dejan claro, es tan aplicable como siempre. Una nota diplomática, de fecha diciembre de 2009, trataba de dar sentido a la "troika", la colección de líderes que representa la Unión Europea en asuntos exteriores. "… En la actualidad la UE tiene cuatro partes diferentes en la sala. Presidencia actual (Suecia), la próxima Presidencia (España), la Comisión y la Secretaría del Consejo. En virtud del Tratado de Lisboa, la asistencia a la troika se espera que se consolide bajo la presidencia delegada del Alto Representante para Asuntos Exteriores y de Seguridad Común … Catherine Ashton", dice la nota. ¿Alguna pregunta? "Omnipresencia e híper-actividad" En cuanto a Ashton, una política supuestamente facultada para representar a la UE en las negociaciones con EEUU, el stablishment de la política exterior no se hace ilusiones: "El acuerdo parece haber sido alcanzado después de que el primer ministro británico, Brown dio cuenta de que no podía mantener la candidatura de Tony Blair al puesto de Presidente." En otras palabras, los estadounidenses ven a la principal diplomática de la UE como una candidata nacida de las intrigas internas. Con Ashton fuera de juego, EEUU no ve un claro líder en Europa. * ¿Angela Merkel? Ella es fuerte, dicen en sus notas los diplomáticos de EEUU, pero en gran parte debido a que sus oponentes son muy débiles. * ¿Nicolas Sarkozy? "Su omnipresencia e híper-actividad lo exponen a excesivos riesgos." Además, continúan los diplomáticos, el presidente francés ha intimidado a la gente más cercana a él en tal grado que no hay casi nadie que se atreva a decirle que "está menos que completamente vestido." Según un cable de diciembre de 2009, fuentes de EEUU en el palacio presidencial del Elíseo, dijeron que el avión de Sarkozy una vez hizo un desvío para que no tuviera que ver la Torre Eiffel iluminada con los colores de la bandera turca. El alcalde parisino había iniciado el espectáculo de luces para impresionar a su invitado, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. * ¿Y David Cameron, el sucesor de Brown, como guardián de las relaciones anglo-americanas? El nuevo primer ministro británico, según informan diplomáticos estadounidenses tras una conversación con un banquero británico de alto rango, es políticamente mezquino y carente de sustancia. Lo único que puede ayudar a esta situación es la humildad europea. El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, ha dicho: "El mundo ha cambiado y si no cambiamos con él, el papel de Gran Bretaña está en declive". La nueva coalición en Londres ahora evita usar el término "relación especial". DER SPIEGEL. 12-10-2010 México. La Jornada La balcanización del euro: cuatro escenarios muy discutibles Alfredo Jalife-Rahme Peter Boone y Simon Johnson –este último autor del libro aclamado 13 banqueros: la captura de Wall Street y el próximo desastre financiero– esbozan cuatro escenarios que constituirán el juego final de la eurozona cuando mayores turbulencias se avizoran. En última instancia, existirá una eurozona con mayor autoridad fiscal compartida, una autoridad transfronteriza de resolución común para los bancos quebrados, y probablemente una mayor integración económica. Pero existen cuatro escenarios sobre quienes formarán parte de la eurozona. Cabe recordar que la eurozona cuenta con 16 miembros (donde brilla la ausencia de Gran Bretaña) pertenecientes a la Unión Europea (UE) –a su vez de 27 integrantes– y cuenta con un banco central, el Banco Central Europeo, a cargo de las reservas del euro y su emisión, así como del manejo monetario y la estabilidad de los precios. Primer escenario (el más improbable): “los rescates del FMI para Grecia e Irlanda pueden funcionar al garantizar a los inversionistas que habrá suficiente crecimiento para hacer más sostenible el peso de la deuda”. Los miembros de la eurozona podrán permanecer en su seno, aunque el perfil de la deuda de Grecia y Portugal permanecerá vulnerable, así como el lento crecimiento de Portugal y la banca española (pese a sus ocultamientos contables). Mientras el BCE compra masivas cantidades de bonos, Alemania no tiene más remedio que avalar la operación debido a las temibles consecuencias políticas –se infiere: la desintegración política de la UE. Segundo escenario: un paquete de apoyo conjunto del FMI y la UE a Portugal y quizá a España que estabilice verdaderamente la situación, lo cual representa la ilusión de la línea Maginot, una idea que ignora el potencial perturbador que salte a otros países potencialmente más débiles de la eurozona, como Italia, Francia o Bélgica. Aquí es probable que Grecia abandone la eurozona y restructure sola su deuda. Alemania será generosa con sus empréstitos e Irlanda podrá permanecer en la eurozona, pero muchos de sus ciudadanos emigrarán. ¿Adónde? Tampoco existen tantos países recipiendarios en la presente coyuntura antimigratoria. Tercer escenario: constituye la visión lúcida de Willem Buiter [economista en jefe de Citigroup], quien predice tres o más quiebras soberanas en los próximos cinco años, pues todo el mundo será más proclive a reestructurar con facilidad sus deudas. Van dos afectados (Grecia e Irlanda) y faltan tres o más para llenar plenamente el criterio humillante de los analistas británicos sobre la inevitable quiebra de los PIIGS (acrónimo inglés de Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) a los que quizá se agreguen Bélgica y Francia. Aquí no especifican quiénes se quedan o son eyectados de la eurozona. Cuarto escenario: impensable y “bellamente” articulado por la columna Lex, de The Financial Times” (25/11/10), a juicio de la dupla Boone-Johnson, que “divide a la eurozona entre los relativamente prudentes y los relativamente imprudentes, en términos de política fiscal. Se asienta algo así como la región de un nuevo marco alemán: Alemania, Holanda, Austria, Finlandia y algunos pequeños países”. Italia es eyectada, aunque su parte norte pudiera permanecer”. ¿Abandonará Francia la eurozona que resquebrajaría la alianza franco-alemana que inició la integración europea? Aducen que este escenario extremo no es tan nocivo para la estabilidad política y la recuperación económica, ya que los países periféricos más débiles serán dañados durante una generación, pero la integración europea es mucho más que intentar compartir una divisa entre países con políticas fiscales divergentes y nula convergencia en productividad. A su juicio, la zona del nuevo marco alemán se desempeñará convenientemente y es donde el crecimiento es ahora vigoroso. La eurozona sufrirá forcejeos, pero los efectos positivos de la devaluación de las tasas de cambio serán redescubiertas, por lo menos para aquellos con mucha deuda. A nuestro juicio, lo inconveniente de este escenario extremo es que balcanización de facto a Europa mediante una extraña línea divisoria tanto latina como sureña (con excepción de Irlanda y la mitad de Bélgica de por sí balcanizada avant la lettre) y en su mayoría católica (incluyendo a Irlanda y la mitad de Bélgica), es decir, retorna la tesis social-religiosa de Max Weber (La ética protestante y el espíritu del capitalismo) ahora con enfoque monetarista-fiscalista. Peor: se trata de un regalo envenenado de los fiscalistas británicos neoliberales, quienes buscan en última instancia la salvación de la City, más insolvente que nunca, mediante un darwinismo financierista. Que en la Alemania unificada exista un empate técnico entre católicos y protestantes (cada uno con 34 por ciento de creyentes, según la CIA) es otro tema que pone en tela de juicio al neoweberismo hungtingtoniano fiscalista. Por cierto, el texto aludido de la columna Lex arremete contra la estructura de un voto por país del gobierno del BCE que crea la percepción de un dominio del Club Med (léase: un eufemismo británico de los latinos sureños católicos): en el “consejo de gobierno de 22 personas, ocho de los 16 representantes nacionales y cuatro miembros del staff del banco provienen de tierras con costas en o muy cerca (sic) del Mediterráneo. Irlanda es ahora un sureño honorario”. El británico y anterior economista en jefe del FMI, experto en crisis financieras, Johnson, en otro artículo en solitario aborda el grado de probabilidad de una quiebra inminente de la eurozona. Considera que una lectura minuciosa de la declaración de los ministros europeos vislumbra vivir las futuras crisis de la eurozona en dos tipos: los solventes y los insolventes, lo cual desembocaría en la creación de una coalición austera (una Liga Hanseática modificada) de Alemania, Austria, Finlandia, Estonia y algunos pequeños países –un tanto cuanto el cuarto escenario referido. Admite que el FMI y la UE juntos poseen dinero suficiente para ayudar a Portugal y a España, en caso necesario. Pero no tienen fondos suficientes para lidiar con Italia, Bélgica y otros grandes países (léase: Francia) en caso de una secuencia de crisis el año entrante. El problema es que el FMI no dispone efectivo por más de un millón de millones de dólares (un trillón en anglosajón) y palidece cuando se inicia una discusión para comprometer 500 mil millones de dólares. ¿A quién recurrir en caso de zozobra? La lista es corta: China, Abu Dhabi, Arabia Saudita y, quizá, Singapur, Rusia y muy pocos otros. El FMI puede crear su propio dinero, los derechos especiales de giro, pero a juicio de Johnson no es el momento político propicio para ello, como no lo es el alza de los impuestos en Alemania que pueden dislocar su gobernabilidad. Johnson adopta la teoría del efecto dominó para la eurozona, donde las fichas se derrumban en forma secuencial, al estilo de la crisis asiática de 1997. ¿Se resignarán Francia y Alemania a la balcanización de la eurozona y, por ende, del euro, que parece anhelar la prensa británica para redireccionar los capitales globales a la City y a Wall Street, otro género seudoweberiano de la guerra de las divisas? LA JORNADA. 5-12-2010