SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La inminente reforma laboral

Una de las cuestiones sobre las que Rajoy no quiso hablar en su reciente entrevista en Antena 3 TV fue de la reforma laboral. Un asunto que ha pasado desapercibido ante lo llamativo de sus loas a la infanta Cristina y a sus ministros más conflictivos. Pero esa huida de Rajoy del debate laboral confirma que se está cociendo, y que este año lo vamos a ver, porque la mejora del empleo no acaba de percibirse con claridad, y porque el Ejecutivo tiene que paliar los casos de extrema necesidad económica y familiar que afectan a varios millones de españoles, y a los que hay que ofrecer alguna salida además de los subsidios y la caridad.

Y también porque el paro es el gran desafío político del Gobierno y de la legislatura, y la prueba de fuego para que Rajoy pueda en los dos próximos años mantener el poder en los comicios de 2015, desmontando así los argumentos de la oposición. Y dando réplica a quienes hoy afirman que la recuperación económica es solo para los ricos y las poderosas instituciones financieras del país, lo que en parte es verdad.

Las agencias de calificación y organismos internacionales como el FMI están confirmando las nuevas previsiones del Gobierno de Rajoy que anuncian para este año 2014 una importante mejora del crecimiento de nuestro país del 0,6 % (el triple de lo anunciado meses atrás por el Fondo), que el ministro De Guindos situó en una media del 07 % para el conjunto del año. Si se confirman los pronósticos ello permitirá una mejora del empleo aunque de una manera moderada.

Por todo ello, el empeño del Ejecutivo de llevar a cabo una nueva y ‘dura’ reforma laboral que flexibilice más la contratación (y los despidos) a costa de su inestabilidad laboral y de bajos salarios. Sobre todo una vez que la desesperación de los jóvenes y de los mayores por conseguir un trabajo facilitará el ajuste. Lo que sin duda provocará protestas de sindicatos y partidos de la izquierda, pero que el Gobierno no dudará en hacer, convencido de que esa es la manera de lograr un avance del empleo y caída del paro en pos del objetivo de los más de 600.000 empleos que Rajoy dijo que espera recuperar antes del fin de la legislatura. Aunque hay que tener cuidado con estos modelos de empleos precarios sobre los que la Comisión Europea acaba de hacer una advertencia sobre los modelos precarios de contratación porque según la UE estos modelos empeoran y aumentan y estabilizan las situaciones de pobreza sin posibilidades de salir de ella.

Esta vez el presidente Rajoy y su gobierno no pueden esperar que el tiempo lo arregle todo sino que lo tienen en su contra. Por ello necesitan nuevas reformas estructurales -las de la Administración van muy lentas y son muy escasas- como la laboral, que además le piden desde la UE, y en numerosos organismos internacionales, donde no deja de escandalizar el alto porcentaje del paro español -superior al 25 %- lo que a su vez constituye un polvorín para la inestabilidad política y social, una vez que se van acabando los recursos familiares con los que los españoles se están ayudando entre sí.

La afirmación de Rajoy en Antena 3 TV, en la que afirmó que ‘ya ha pasado lo peor’ no es aplicable a las capas más numerosas y a la vez más dañadas de la sociedad española, porque ahora están en lo peor y muchos de ellos en la pobreza o muy cerca de ella por lo que ‘lo peor’ para muchos ciudadanos está en vigor o todavía por venir.

Precisamente para socorrer a estos sectores más damnificados de la sociedad española, el Gobierno pretende abrir unos modelos de contratación laboral muy flexibles y de bajos salarios, amén de retocar los actuales modelos de contratación. Y lo va a hacer en un momento crucial y puede que cuando anuncie -ya veremos si antes o después de las elecciones Europeas del 25 de mayo- su anunciada bajada de impuestos para el año 2015, con el fin de paliar el debate laboral y confundirlo con el nuevo anuncio de la reforma fiscal, para ofrecer a los españoles ‘una de arena, y otra de cal’. Veremos la reforma que sale del Ministerio de Empleo que regenta la ministra Báñez, pero todo apunta a que llamará la atención y abrirá un tenso debate político y social. En una parte tapado por cuestiones como el aborto y el desafío catalán y ya se verá si incluso por la campaña electoral europea que a partir del mes de abrir se abrirá.

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