La inflación de la codicia

Varios economistas norteamericanos hablan de “Greedflation” -que podemos traducir como “inflación de la codicia”- denunciando que “algunas empresas están utilizando la excusa de la inflación para generar ganancias récord”.

El Banco de España señala que las grandes empresas han incrementado sus beneficios un 85%. Mientras Isabel Schnabel, desde la dirección del Banco Central Europeo, desvela que “muchas empresas han podido aumentar sus precios más allá del incremento de los costes”.

Instituciones nada sospechas de “izquierdismo” demuestran que lo que dispara la inflación es el empeño de bancos y monopolios por hacer mayores sus fabulosas ganancias.

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Más del 80% de la inflación corresponde al aumento de beneficios de las grandes empresas

En junio CCOO publico un informe donde se denunciaba que el 83,4% de la subida de los precios se debe al incremento de los beneficios empresariales.

La invasión de Ucrania o los cuellos de botella postpandemia habrían influido, pero el factor principal que hace disparar los precios hay que buscarlo en las cuentas de resultados, cada vez más abultadas, de bancos y monopolios.

Ahora es el Banco de España, en las antípodas de CCOO, quien lo plantea.

Afirmando que a pesar de que se anuncia una recesión los beneficios de las grandes empresas aumentaron en nuestro país un 62% en el primer trimestre… y un 84,6% en el segundo.

Según el Banco de España estos datos son resultado de que “las empresas han podido trasladar una parte importante del repunte de costes a los precios de venta”, traduciéndose en “una mejora de la rentabilidad de las compañías”.

Especialmente escandaloso es el caso de las petroleras. El Banco de España denuncia como “el crecimiento de los precios de venta al consumidor ha superado al de los costes de producción”.

El margen de beneficio de las refinerías de Repsol se ha triplicado. En enero ganaban 6,8 dólares por barril, y ahora obtienen 23,3. Hace un año sus ganancias por barril eran de 1,5 euros… ¡Ahora ganan 15 veces más!

Pero no es un caso aislado. Las grandes eléctricas han aumentado en el último año su margen de ganancias un 60,4%, y la gran banca un 25,7%.

Tampoco sucede únicamente en España. En EEUU las ganancias empresariales fueron en 2021 las más altas desde 1950. Alguien como Robert Reich, exsecretario de Trabajo norteamericano, está denunciando que “las grandes corporaciones son el mayor impulsor de la inflación. Las empresas suben los precios porque tienen poder de mercado para hacerlo. Están usando la inflación como excusa para que sus ganancias sean lo más altas posibles”.

Las imposiciones de bancos y monopolios para aumentar sus ganancias son responsables de más del 80% de la subida de precios

Un reciente estudio de Banco de Pagos Internacionales desvela que “la espiral de precios viene alimentada por el empeño de las empresas en mantener los márgenes de beneficios”.

Y según reconoce Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, “las ganancias empresariales fueron un contribuyente clave a la inflación”.

Permanentemente escuchamos que la altísima inflación es un fenómeno impersonal e inevitable. Se esconde al sujeto, a los bancos y monopolios que utilizan la escalada de precios para multiplicar el saqueo sobre la sociedad. Se oculta que la inflación es en realidad un atraco monopolista.

Está es la razón de que, mientras se anuncian perspectivas económicas sombrías, los grandes grupos no paren de incrementar sus beneficios. La gran banca ha ganado entre enero y septiembre de 2022 un 31% mas que en el mismo periodo del año pasado. Y el Banco de Santander casi ha duplicado sus ganancias en España. Gracias al encarecimiento de la luz y los combustibles, los beneficios de Iberdrola se han disparado un 29% y los de Repsol un 66%.

Hay que ser un monopolio para ganar

No todas las empresas son iguales. Los datos del Banco de España nos indican que la mitad de ellas no solo no han aumentado sus ganancias, sino que la inflación les supone pérdidas. Se enfrentan a una factura energética que se ha duplicado -es hoy un 114% mayor que hace un año-, y a unos suministros que se han encarecido más de un 50%. Y con el aumento de los tipos de interés deberán pagar más a los bancos por acceder al crédito.

Son pymes y autónomos que no pueden trasladar este incremento de costes a los precios, lo que en algunos casos los coloca al borde la desaparición.

¿Cuáles son entonces las empresas que sí están ganando mucho gracias a la alta inflación?

Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía del IESE, lo explica con claridad: “Tienes que ser un monopolista para mantener subidas de precios sin que te afecte”.

Un medio como la BBC británica afirma que “donde parece haber consenso entre los economistas es que detrás del fenómeno de la inflación hay un aumento de los monopolios y su poder para fijar los precios”.

Mientras Brian Wakamo investigador del Instituto de Estudios Políticos, con sede en Washington, afirma que “los monopolios corporativos han alimentado la inflación. Cuando son una o dos empresas las que controlan los precios, pueden aumentar el costo como mejor les parezca”.

 “Las grandes corporaciones usa la inflación como excusa para que sus ganancias sean lo más altas posibles”. (Robert Reich, exsecretario de Trabajo norteamericano)

Los sectores donde más se han disparado los precios son aquellos en los que el dominio monopolista es mayor.

Tres eléctricas -Iberdrola, Endesa y Naturgy- controlan más de la mitad del mercado español. Su poder explica por qué la factura de la luz es tan cara. Tres petroleras -Repsol, Cepsa y British Petroleum- monopolizan el refino de petróleo y poseen la mitad de las gasolineras del país. Como denunció la CNMV “este oligopolio facilita la extracción de rentas a los consumidores”. Tres gigantes financieros -Santander, BBVA y La Caixa- dominan la banca en España. Por eso pueden ponerse de acuerdo para encarecer los préstamos o subir las comisiones.

Suben sus ganancias, bajan nuestros salarios

Un ínfimo puñado de bancos y monopolios se enriquecen gracias a una inflación que amenaza a pymes y autónomos o empobrece a la mayoría de trabajadores. Sucede en toda Europa, pero con mayor intensidad en nuestro país.

Mientras eléctricas y bancos españoles aumentan sus ganancias a un ritmo mayor que la media europea, en los salarios sucede lo contrario.

Somos el cuarto país de la UE-27 donde menos han subido los salarios el último año: un 2,6% frente a una media europea situada en el 4.1%.

Esta “subida” salarial del 2,6% está muy por debajo de la inflación, situada actualmente en el 8,9%. Esto quiere decir que en realidad están recortando nuestros sueldos. De hecho, España es el segundo país de la OCDE, solo por detrás de Grecia, donde mayor será la caída de los salarios reales.

Esto significa un aumento del grado de explotación. Una parte de lo que antes acababa en nuestros bolsillos bajo la forma de salarios, ahora está incrementando los beneficios de bancos y monopolios.

¿Dónde va lo que perdemos los trabajadores? No desaparece, cambia de manos. Según los cálculos del gobierno, los beneficios empresariales -de los que se apropian principalmente un grupo muy reducido de bancos y monopolios- aumentarán este año tres veces más que los salarios.

La AIREF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) ha sacado unas cuentas tan reveladoras como ocultadas al gran público. La participación de los sueldos y salarios brutos en el nuevo valor añadido ha disminuido un 11% en el último año.

Esto significa un aumento del grado de explotación. Una parte de lo que antes acababa en nuestros bolsillos bajo la forma de salarios, ahora está incrementando los beneficios de bancos y monopolios.

Los datos, proporcionados por instituciones oficiales y economistas en muchos casos no adscritos a la izquierda, nos demuestran que la alta inflación es, como hemos denunciado en estas páginas, un atraco monopolista.

La única manera de reducirla es aplicando una política de Redistribución de la Riqueza, que recorte los beneficios de la ínfima minoría que se está enriqueciendo a costa de la gran mayoría de la población.