Selección de prensa nacional

La hora de Cuba

Tiempo le ha faltado a algunos para echar las campanas al vuelo ante el anuncio de Obama de que autoriza los viajes a Cuba y los enví­os de remesas de divisas a la isla. Para El Paí­s, las dos medidas contribuyen, «a adelantar la hora de la verdad para el régimen cubano». ¿La hora de la verdad para qué y para quién? Porque, que sepamos, el embargo sobre Cuba sigue hoy en dí­a tan vigente como la histórica codicia norteamericana para apoderarse, como hizo con Puerto Rico, de la perla del Caribe.

Y si, como dice El País, la decisión de Obama es “un gesto” hacia los líderes iberoamericanos con los que se reunirá en Cumbre de las Américas, entonces ¿a santo de qué enfocar las baterías contra el régimen cubano y “los aíses más hostiles a EEUU”, en lugar de aprovechar la ocasión para forzar a ir más lejos exigiendo el fin inmediato del embargo y el cese completo de las actividades de subversión e injerencia de Washington en el continente? Verdaderamente hay gente que, de tanto hacer reverencias, se le ha quedado el punto de vista extraviado. Editorial. El País LA HORA DE CUBA El cambio de rumbo de la política exterior norteamericana va en serio, y así ha querido demostrarlo Obama con respecto a Cuba tras los recientes mensajes a Irán y su decisiva gira europea. Poco a poco, el nuevo mapa internacional de Washington va tomando forma de acuerdo con la apuesta por la diplomacia de la Administración demócrata. Y el momento elegido para revisar algunas de las medidas adoptadas en el pasado contra el régimen de La Habana no puede ser más oportuno. No sólo porque Cuba se enfrenta a una transición que únicamente la tutela de Fidel Castro sigue retrasando, sino también porque el próximo viernes tendrá lugar el primer cara a cara de Obama con los líderes latinoamericanos durante la V Cumbre de las Américas, que se celebra en Trinidad. Al levantar las restricciones sobre las remesas y los viajes a la isla, Obama ha colocado a Cuba y a los países hasta ahora más hostiles a Estados Unidos en la necesidad de responder con un gesto que también contribuya a la distensión. Aunque el embargo sigue vigente, la decisión de Washington apunta la posibilidad de levantarlo y, por tanto, contribuye a adelantar la hora de la verdad para el régimen cubano. Si el Gobierno de La Habana se inclina por iniciar la normalización de las relaciones a la que invita este primer gesto de Obama, tarde o temprano se verá obligado a desmontar la retórica tras la que ha eludido sus responsabilidades de medio siglo en la situación económica y social de la isla. El embargo ha penalizado a la población y ha resultado ineficaz para promover la apertura política del régimen, pero no es la única ni siquiera la principal causa de las muchas carencias que padecen los cubanos. El régimen de Castro no ha representado una excepción al fracaso de la economía planificada para cubrir las necesidades sociales básicas. Es probable que la diplomacia estadounidense haya adoptado las decisiones anunciadas ayer pensando en Cuba y, además, en los Gobiernos de la izquierda populista que han intentado recuperar la revolución castrista como referente político. También para ellos podría estar aproximándose la hora de la verdad, en la medida en que los movimientos diplomáticos de Obama limitan la eficacia de la retórica antiimperialista. Y todo ello en un momento en que la crisis internacional ha comenzado a azotarlos, sobre todo a países que, como Venezuela, dependen de las exportaciones energéticas para desarrollar su peculiar política tanto interna como exterior. Es seguro que levantando las restricciones a las remesas y los viajes, Washington ha alterado el signo de la cumbre de las Américas. Falta por comprobar si las reacciones de sus interlocutores permitirán avanzar en la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y sus vecinos, y en el retroceso de las pulsiones autoritarias que proliferaron a la sombra de la anterior Administración. EL PAÍS. 14-4-2009 Editorial. El Mundo UN TRIMESTRE POLÍTICO DECISIVO PARA PSOE Y PP EL TRIMESTRE político que comienza esta semana culminará en junio con unas elecciones europeas que se presentan como las más importantes celebradas desde 1994, cuando la victoria del PP fue un adelanto de lo que sucedería posteriormente en las generales del 96. En efecto, PSOE y PP se juegan mucho el próximo 7 de junio y por ello están apretando el acelerador de sus maquinarias. El fin del periodo vacacional viene marcado aún por el cambio de Gobierno y por una ofensiva en toda regla del PP, que ayer pidió a Zapatero que se someta a la cuestión de confianza, al tiempo que descalificó la remodelación como «un fiasco» que no servirá para recuperar la economía, según palabras de Rajoy. Especialmente duro fue el líder del PP con la nueva vicepresidenta segunda, Elena Salgado, de la que dijo que su trayectoria económica «es lisa y llanamente una página en blanco», por lo que no podrá recuperar la «confianza» imprescindible para superar la crisis. Efectivamente, los nombramientos de los nuevos ministros no han sido recibidos con entusiasmo en los ambientes económicos, sociales o culturales (…) aunque la encuesta que publicamos hoy indica que los cambios de Zapatero tampoco han producido especial rechazo entre los ciudadanos (…) A pesar de lo cual, cada día que pasa es más evidente que el presidente se ha equivocado en los tiempos –percepción que comparten algunos destacados socialistas– al cambiar el Gobierno en plenas vacaciones. Su precipitación ha dado lugar a que esta semana en la que la vida cotidiana vuelve a la normalidad, el Gobierno ya parezca antiguo, entre otras cosas por la sobreexposición mediática a la que se han sometido los nuevos miembros del Gabinete en vacaciones. Rajoy también criticó con dureza el «espectáculo televisivo inaudito» protagonizado por los ministros «reuniéndose consigo mismos, dándose jabón y copando todos los telediarios» (…) Parece evidente que estos encuentros han tenido un fin exclusivamente publicitario (…), ya que de ellas no ha salido ninguna medida concreta para aliviar la crisis económica. La hiperactividad del PSOE, cuya nueva responsable, Leire Pajín, tomó el relevo ayer de manos de José Blanco, incluyó el anuncio de que Ramón Jáuregui, hasta ahora secretario general del grupo parlamentario, será el número dos de la lista al Parlamento Europeo. No está claro que este movimiento sea lo más adecuado para el PSOE y el Gobierno, ya que Zapatero desviste un santo para vestir otro, al prescindir de un puntal importante en el Congreso –donde más lo necesita, habida cuenta de su soledad parlamentaria– para fortalecer la candidatura europea (…) EL MUNDO. 14-4-2009 Editorial. ABC TRAS LAS FOTOS, EL VACÍO LA reunión que ayer mantuvo Rodríguez Zapatero con sus tres vicepresidentes culminó la semana de intensa actividad fotográfica de los nuevos ministros, pero no dio lugar a una declaración pública sobre el contenido de la reunión o las expectativas reales que considera abiertas tras la crisis de gobierno (…) por ahora, no hay más estrategia novedosa que la de haber silenciado las tímidas voces críticas que podían levantarse desde dentro del Ejecutivo contra un incremento descontrolado del gasto público. El nuevo impulso ha consistido en que los ministros se hagan una foto juntos, pero si realmente estos gestos significan la puesta en marcha de una política con más iniciativas, la pregunta de por qué no se inició antes esta frenética actividad de diálogo interno entre Ministerios señala directamente, y no para bien, a la vicepresidenta primera del Gobierno (…) Este cambio de táctica demuestra que el Gobierno formado y definido por Rodríguez Zapatero en 2008 ha sido un fracaso en toda regla, tanto en su composición como en su adecuación para la crisis económica. La exhibición de los nuevos ministros en los medios de comunicación no representa un cambio de política, sino una medida urgente para frenar el deterioro de imagen del Gobierno. Con este comportamiento, no es posible siquiera el beneficio de los cien días, porque para merecerlo hay que justificarlo con medidas y proyectos concretos. Mariano Rajoy ha encontrado en este confuso y torpe arranque del Gobierno remodelado un nuevo argumento de oposición (…) Y, en efecto, la opción elegida por Zapatero ha sido cambiar para hacer lo mismo y convertir a su Gobierno en un comité electoral del PSOE, pero el coste es la falta de impacto positivo de los nuevos ministros en la opinión pública y la confirmación del pronóstico hecho por Rajoy. En la medida en que el paso de los días diluye el teórico capital político de toda crisis de gobierno –novedad, revulsivo, protagonismo–, aumentan proporcionalmente las oportunidades del PP para consolidar el cambio de tendencia que inauguraron las elecciones autonómicas gallegas (…) del 1 de marzo. Los comicios europeos del mes de junio van a ser un nuevo examen para Rodríguez Zapatero, como lo fue la pérdida de la Xunta de Galicia, por la que se vio forzado a hacer crisis en su equipo. El problema que puede encontrarse el PP es el exceso de confianza de sus electores ante una probable nueva victoria electoral, esta vez a nivel nacional. La movilización de su electorado será decisiva si la izquierda entra en un período abstencionista, decepcionada con la nula eficacia del Gobierno en la lucha contra la crisis y la notoria falta de aliados a la que se enfrenta el PSOE en el Parlamento. ABC. 14-4-2009 Editorial. El Correo MÁS ALLÁ DEL CAMBIO La reunión celebrada ayer por José Luis Rodríguez Zapatero con sus tres vicepresidentes, dos de los cuales acaban de estrenarse en el cargo (…), abundó en la continuada escenificación pública a la que se ha sometido el nuevo Gobierno en unos días que han coincidido con el período vacacional de Semana Santa. Es dudoso que los resultados que han trascendido de cada una de las citas entre los miembros del Ejecutivo remodelado y, en particular, la reiterada exposición de la nueva responsable de Economía hayan bastado por sí mismos para imprimir el cambio de ritmo en la ejecutoria gubernamental con el que se han justificado las sustituciones consumadas hace una semana. Ello requerirá de un impulso cotidiano más concreto, visible y productivo que el que proyectó el encuentro de ayer, tendente a promover un nuevo método de trabajo que permita agilizar las iniciativas para combatir la crisis y a acelerar el complejo acuerdo sobre la financiación autonómica. Dos objetivos que ofrecen la paradoja de subrayar la envergadura de algunas de las dificultades que afronta el Ejecutivo y la dilación, especialmente notoria en el caso del pacto entre comunidades, en el cumplimiento de sus previsiones iniciales. Junto a ello, el eventual refuerzo de la iniciativa política en que puedan redundar los cambios ministeriales tropieza con los escollos del Ejecutivo para hacer prosperar sus propuestas ante su falta de aliados estables en el Congreso. La insuficiencia de esa mayoría interpela antes que a nadie a Rodríguez Zapatero y a su partido a procurar acuerdos que confieran mayor amparo institucional a las medidas que se promuevan contra la crisis, lo que implica el obligado entendimiento con el principal grupo de la oposición más allá de apelaciones genéricas para que éste se decida a secundar de forma acrítica el combate contra la recesión. El cuestionamiento que hizo ayer Mariano Rajoy de la ministra Salgado, unido a la sugerencia de Soraya Sáenz de Santamaría para que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza a fin de medir sus apoyos, describe un enconamiento de las posiciones que debería evitarse aun cuando crezca la tentación de estimularlo conforme se aproximen las elecciones europeas. EL CORREO. 14-4-2009

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