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La guerra no resolverá la difí­cil situación en Mali

En los últimos días la situación en Mali se ha deteriorado considerablemente con la lucha entre las fuerzas gubernamentales y los milicianos en el norte del país. Bajo solicitud del gobierno de ese país africano, Francia envió tropas, mientras que otros países occidentales y africanos prometieron proporcionar apoyo militar y logístico. La situación en Mali también ha afectado la mirada de la opinión pública internacional.En los últimos años África ha comenzado a experimentar un despegue económico, pero su impulso interno de desarrollo sostenido evidentemente es insuficiente. La principal razón son problemáticas interrelacionadas como el tribalismo, la religión y la pobreza, que provocan malestar social y que incluso se extienden a los países vecinos.En África, especialmente en los países francófonos, esta problemática es más común. En los últimos años, detrás de los golpes de estado en Mauritania, Níger y Madagascar había problemas similares a los disturbios en Mali. Estos países tienen una característica en común: todos ellos actualmente se encuentran entre los países menos desarrollados del mundo, en los que las contradicciones sociales se amplifican debido a la pobreza y debilitan la estabilidad de los regímenes, lo cual a su vez aumenta la dificultad de promover el desarrollo.No obstante, los problemas de África no se pueden solucionar mediante la guerra. Sin desarrollo ni estabilidad, el problema original sólo podrá empeorar. En la era de la globalización económica, si África no puede convertirse en un polo de crecimiento estable, el crecimiento global tampoco podrá ser equilibrado y sostenible.Jeffrey Sachs, asesor especial de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, hace años hizo un llamado, diciendo que si EEUU y otros países ricos tendieran una mano amiga, África podría salir de la pobreza. Estados Unidos, cuyo gasto militar alcanza los miles de millones de dólares anuales, tiene la oportunidad de realizar una contribución duradera a la seguridad mundial, que consiste en salvar las vidas de millones de africanos al ayudarlos a salir de la pobreza extrema.Nadie ha calculado cuánto gastó Francia en el envío de tropas a Mali, o en la intervención militar en Costa de Marfil. Pero hay una cosa de la cual podemos estar seguros: si ese dinero hubiese sido gastado antes para ayudar en el desarrollo de los países africanos, probablemente tendría un uso más eficaz que el de una intervención militar.

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