Atentado suicida ante embajada alemana en Kabul

La geopolí­tica del hombre bomba

Los talibanes se han responsabilizado del último ataque con una llamada a una agencia internacional de noticias. Pero los talibanes fueron creados, entrenados y financiados por la CIA. Quien piense que Washington no tiene influencia en este grupo terrorista no puede entender buena parte de lo que pasa hoy en Afganistán. Recomendable es la pelí­cula «Siriana», cuya primera escena recrea a funcionarios norteamericanos «contratando» los servicios de hombres bomba. Es de rigor preguntarse si se trata de un atentado aleatorio o elegido con objetivos polí­ticos. Y, en cualquier caso ¿quién está detrás y qué pretende?

Para contestar es necesario artir de la nueva estrategia norteamericana para la región y el papel llamado a ocupar por las potencias europeas en ella. La anunciada estrategia del electo presidente Obama es la retirada para el 2010 de las tropas norteamericanas de Irak y concentrarlas en Afganistán, para ganar, de esta manera “la primera etapa de la guerra”.Con este fin, Washington, anuncia que no basta con los recursos militares norteamericanos. Es imprescindible la mayor implicación de los países europeos: en número de tropas y también en las operaciones militares. Hasta ahora las fuerzas de la coalición desplegadas en Afganistán se dedican, fundamentalmente, a labores de reconstrucción. Sólo las fuerzas norteamericanas realizan operaciones militares.Por ello “Se espera que Obama busque más apoyo para Afganistán, sobre todo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y de la Canciller Federal de Alemania, Angela Merkel… Algunos días después de la elección de Obama, Merkel dejó claro que no cederá a eventuales presiones para que Alemania envíe tropas a combatir” (Deustche Welle 15-1-2009, disponible en la selección de prensa internacional del 16 de enero del Deverdaddigital)Alemania tiene 3200 soldados desplegados en Afganistán dedicados a labores de reconstrucción. Recientemente el ministro de Defensa alemán rechazó la petición de más efectivos que de la OTAN.El posible apoyo alemán al proyecto de Obama tropieza con dos dificultades. Por una parte, la sociedad alemana está muy en contra de la presencia de sus tropas en Afganistán (más de la mitad de los alemanes son partidarios de la retirarlas) y, por otra parte, las elecciones alemanas de septiembre pesan sobre la posición de las fuerzas políticas sobre este tema.El atentado ocurre en medio de una campaña interna en Alemania para favorecer el despliegue militar germano en Afganistán (ver artículo del Deustche Welle) ¿Es pensable que los atentados a las tropas alemanas formen parte del “frente externo” de esta campaña? ¿Es posible que se busque, mediante estas vías fraguadas en no se sabe qué sótano de la CIA en Kabul, justificar la presencia y el futuro aumento militar alemán en Afganistán?No sería la primera vez que la CIA utiliza estos medios de este tipo para justificar, favorecer o forzar la dirección política de otros países.

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