SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La fórmula Rajoy lleva a los Estados Unidos de Europa

A COMIENZOS del pasado mes de marzo, Mariano Rajoy salió de la sala donde los mandatarios europeos acababan de firmar el pacto fiscal y dio a conocer que España se iba a desviar de su compromiso de déficit para este año hasta el 5,8% y que no tenía «por qué» consultarlo con los socios porque era «una decisión soberana» del Gobierno español. A pesar de que aquello pudo considerarse un arranque patriótico, los hechos han demostrado que fue una imprudencia. Muy distinto de aquello es lo que ayer defendió Mariano Rajoy, dos meses después y para cerrar la semana más dramática que ha vivido desde que llegó a La Moncloa. En la clausura de las jornadas del Círculo de Economía celebradas en Sitges, el presidente del Gobierno demostró que está dispuesto a ceder la soberanía de la política económica en favor de la UE. Rajoy propuso la creación de una «autoridad fiscal europea que pueda orientar la política fiscal en la zona euro, que armonice las políticas fiscales de los Estados miembros y que permita un control centralizado de las finanzas». Aunque no lo especificó, es evidente que la propuesta del presidente es fruto de los numerosos contactos que en las últimas semanas ha venido manteniendo él mismo con Merkel y el ministro español de Economía con su homólogo alemán. No es la primera vez que esta idea se pone sobre la mesa, y tanto la crisis de la deuda soberana de países como España e Italia como la falta de resolución del drama griego han puesto en evidencia que la única solución para la encrucijada histórica en la que se encuentra la UE es que la unión monetaria avance hacia una unión económica y, por tanto, política. En estas mismas páginas hemos defendido que la unión monetaria siempre estará coja sin una autoridad fiscal común, un Tesoro común y unos eurobonos comunes.

Ello no podrá ser posible sin que los europeos ejerzan la soberanía de elegir a un Parlamento democráticamente que a su vez elija un Gobierno europeo. Se trata de avanzar hacia una Europa federal, parecida a los Estados Unidos, totalmente distinta de la que hoy por hoy simboliza Bruselas, en manos de una burocracia y con un déficit democrático claro. Si en el futuro esto pudiera ser una realidad, no podríamos hablar de una cesión de soberanía por parte de los Estados, ya que los ciudadanos la ejercerían directamente eligiendo a los gobernantes europeos. Tampoco serían necesarios los dramáticos mecanismos de intervención de los países, si un Ministerio de Finanzas dictara una política económica y presupuestaria común.Acierta, pues, Rajoy al plantear este avance en la construcción europea. Ahora bien, esto no es de hoy para mañana y lo que España necesita es una solución urgente, en cuestión de semanas. De momento, las peticiones de ayuda del Gobierno español a la canciller alemana y al BCE para disminuir la presión sobre nuestra deuda no parecen haber tenido mucho eco. Si la prima de riesgo continúa en límites insoportables, España no tendrá más remedio que negociar algún tipo de mecanismo de rescate con las consecuencias para los españoles que hoy se detallan en nuestro suplemento Mercados.

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