Los fondos públicos como "cortijo privado" de los polí­ticos autonómicos

La familia es lo primero

El nepotismo y la utilización del cargo para colocar a familiares y amigos en la administración pública recorre nuestra geografí­a, de Andalucí­a hasta Cataluña. De Manuel Chaves a Joan Saura.

Chaves lo deja todo atado y bien atado Cómo han cambiado los tiemos desde el famoso escándalo del despacho de Juan Guerra, hermano del entonces vicepresidente del gobierno Alfonso Guerra, y sus corruptos negocios a costa de ser el hermanísimo. Aquello fue un escándalo en todo el país. Hoy esto sigue pasando y es como si fuera algo normal y ya casi no es ni noticia, pero sigue siendo intolerable y no se puede permitir que un alto cargo como Manuel Chaves, ex presidente de la Junta de Andalucía y nuevo ministro de Política Territorial haya colocado en sus años en el cargo a numerosos familiares en puestos públicos a dedo, al igual que su número dos, Gaspar Zarrías. Es del todo inadmisible que cinco hermanos de Chaves estén ligados con la administración andaluza. Leonardo Chaves, nombrado a dedo como responsable del Área de Deportes de la Diputación de Sevilla en los 90, hoy ascendido al cargo de director general de Tecnología e infraestructuras Deportivas de la Junta. Éste adjudicó contratos por valor de 4,8 millones de euros a la empresa Climo Cubiertas, de la que es accionista otro miembro del clan Chaves, Antonio José. Carlos María Chaves, vigilante jurado, ascendió de un día para otro al cargo de coordinador de Seguridad de la Junta. Francisco Javier, de auxiliar administrativo en Canal Sur a jefe del departamento de Servicios Generales de la televisión pública. Su hermana Rosa María ejerce de médico en el Servicio Andaluz de Salud. Y aquí no acaba la cosa, la mujer de Iván, hijo de Chaves, Rocío Cabet, entró enchufada en Extenda, empresa pública para promocionar Andalucía en el exterior. Al igual que Gaspar Zarrías que ha colocado a su mujer, primos y mujeres de sus primos en cargos públicos a costa de los ciudadanos. Son prácticas que hay que denunciar y que no deben quedar impunes, igual judicialmente no es del todo ilegal, aunque debería serlo, pero moralmente esto es un ataque a los miles de desempleados que buscan desesperadamente un trabajo digno mientras estos ocupan puestos por la cara, por la cara de Chaves. El amigo de Joan Saura Joan Saura, conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña se gastó 231.000 euros para celebrar los 25 años de los mossos dÉsquadra, y a ¿quién encargó la exposición para la efeméride?, pues a la empresa DVA Associats, de la que es socio Jordi Altarriba, miembro fundador de ICV, el partido de Saura. También se encargó esta empresa de proyectar el pabellón que la Agencia Catalana del Agua construyó para la Expo de Zaragoza. Este organismo público depende de la consejería de Medio Ambiente, que dirige Francesc Baltasar, miembro también de ICV. Todo queda en casa. Se da la circunstancia de que Altarriba ha sido varias veces candidato por ICV en elecciones autonómicas y municipales. Que gran ejemplo para los ciudadanos hacer negocios aprovechando tu militancia política y tu cargo. Cómo no van a estar los ciudadanos descontentos con la clase política con políticos así, hace falta abrir las ventanas y que entren nuevas formas de hacer política, con cuentas claras, que los votantes puedan saber y decidir a que se destinan los fondos públicos y desterrar de una vez por todas estas tramas que utilizan la política y el cargo no para representar y defender los intereses de los ciudadanos sino para defender intereses personales sin ningún tipo de escrúpulos ni principios.

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