Si es posible concebir el dadaísmo y el surrealismo musical, este músico bilbaíno lo ha hecho. El arte dadá se burló de los convencionalismos y el orden establecido en la segunda década del siglo XX. Igualmente el surrealismo surgió rechazando los razonamientos lógicos y toda herencia durante el periodo de entreguerras. Nada tiene que ver el contexto social, pero Santi Ibarretxe ha sabido conectar con esa posición de rechazo adaptándola, sorprendentemente, a un humor que recuerda la escena de la lancha en «Con faldas y a lo loco» – Jerry: ¡No me comprendes Osgood! Aaah… ¡Soy un hombre!» / Osgood: «Bueno, nadie es perfecto».
Desués de estudiar piano y flauta, Santi Ibarretxe se volcó con el jazz llegando a ganar varios premios en España. A finales de los 80´s se trasladó a Copenhague para volver a España en el 98 y fundar Khatorno y Dúo el niño con Fran Rubio. A parte de participar en otros proyectos como Bizarre Trío, se lanzó a crear el Universo Primital, una forma de expresión inexplicable cuyo objetivo es que no lo tiene – consciente al menos -. “Parelilundon gerlas derel lon guirlacarun nometerelaralero kerkesagadia, tibirilon…” no es un error, es la letra de una canción; es Santi Ibarretxe. Suena un ritmo funky acompañando por palabras ininteligibles y un jazzístico saxo que perfila una melodía fresca pero rebuscada. Un sintetizador actúa en paralelo con la batería… de repente un coro de percusiones aparecen sirviendo de fondo de una voz radiofónica, se intercala una frase musical de persecución de dibujos animados y a continuación unas breves notas de marcha militar a flauta, un beat techno… recupera el funky y concluye con un ambiente tenebroso de sonidos oscuros. Aunque lo parezca, no es Fank Zappa, es que así transcurren los compases finales de “Konectika”, un tema del primer disco – Primital – de Santi Ibarretxe: música disco ochentera, house, gospel, soul, balada rosa, rock clásico, jazz, ska, compases clásicos, coral vascuence, psicodelia, marcha militar, flamenco… Sinatra y una aspiradora. Santi graba en el estudio de su casa. Este prodigio de la improvisación surrealista y la experimentación vocal es el artífice quasi total de Primital. Es un músico completo que actúa como un disciplinado director de orquesta en la ejecución artística mientras realiza sus “ejercicios de aerobic” sobre el escenario. El pasado junio llegó el esperado “Primital Bells”, la segunda entrega del universo Primital. Y el próximo 14 de septiembre podremos disfrutar de otro concierto de Santi Ibarretxe y su espectáculo “Primital Bells Evolution”, en la Sala Galileo de Madrid. El saxofonista, compositor, arreglista, creador, mimo, jazzman… vasco, por fin ofrece la segunda parte de su magnífica improvisación permanente: Primital. “…coros, polifonías y expresiones vocales que elevan las piezas musicales a un nivel de juego operístico […] letras y coros inspirados en la textura de las palabras y sonidos, que a menudo vienen a recrear al espectador un nuevo lenguaje lúdico”. La segunda entrega “Primital Bells” cuenta con la colaboración de Carmen París, Antonio Vega, Heivia y Antonio Serrano. Compositor de seis bandas sonoras y enloquecido del escenario, es capaz de hacer creer que lo que le pasa es natural, que es así. Pero no. Es una concepción integral de la música y de una forma de componer e interpretar muy particular: la superación de las barreras de lo consciente a través de la repetición, la sonoridad de las palabras y lo absurdo, en una especie de mezcla entre Buñuel y Milikito, ni más, ni menos. A continuación reproducimos – enlace a pie de página – la entrevista que Santi Ibarretxe concedió a De Verdad digital con motivo del lanzamiento de su segundo álbum y que, como hacen los buenos anfitriones, acabó alrededor de una paella en su refugio madrileño. Pero eso ya es otro artículo.