Televisión

La entrevista del récord

Hací­a cinco años que habí­a abandonado su trabajo en televisión, y el retorno tení­a que ser a lo grande. El Mundo TV se sacó de la manga la idea de hacer una entrevista ininterrumpida de 12 horas, con el «showman» Pedro Ruiz como protagonista, con la intención de batir un record Guinnes; claramente interesada en el reclamo que esto supondrí­a a la hora de promocionar su nuevo canal en la TDT. Lo cierto es que, pese a lo irregular del programa -aburrido en muchos momentos-, y lo aparentemente banal del pretendido «maratón», consiguieron su objetivo; Veo 7 batió también su récord de audiencia, superando a todos sus competidores en la plataforma (Antena3.Nova, Canal 24h, CNN+…)

Hasta 62 invitados de todos los ámbitos desfilaron or la sencilla habitación del Hotel Wellington de Madrid, desde donde se emitía el intento de récord. Sin duda la calidad del invitado era lo que otorgaba o restaba interés al programa, a medida que transcurría y Pedro Ruiz se quedaba sin respuestas. Ernesto Sáez de Buruaga, Ángel Antonio Herrera, Marta Nebot, Miguel Ángel Rodríguez, Blanca Marsillach, Ramoncín, Luis del Vall, Ramón Trecet, Florentino Fernández ‘Flo’, Isabel Gemio, Pepe Oneto… Pueron algunos de los personajes que le lanzaron sus preguntas a Ruiz. Le formularon hasta 906 preguntas que pretendían tocar todos los temas, tanto de profesionales de la información como de la gente de a pie que, bien por Internet, bien en el mismo escenario del programa, pudieron saciar su curiosidad. Todos con la oportunidad de conocer las opiniones de quien tiene a sus espaldas años de experiencia en el medio. Y Ruiz ofreció respuestas para todos, saliendo del entuerto con su labia característica y su verbo fluido. Precisamente esta ansiedad de hablar de todo, y el vacío objetivo del programa –no olvidemos que todo este tinglado sólo era para entrar en el Guinnes-, fue lo que hacía variar el interés del programa como si nos encontráramos en una montaña rusa. Desde el sesudo debate sobre el periodismo independiente, llevado a cabo con profesionales tan destacados como el veterano Ramón Trecet, hasta la más absoluta banalidad, como en el caso de la bailarina de “Fama”, Marbelys Sanz, quien pidió que le contara un “chiste verde”. Un batido de frutas interminable donde todo tenía cabida, y que hay que reconocer, sirvió para llenar la programación de todo el sábado a un precio notablemente reducido. A las 2 de la madrugada hacía acto de presencia el delegado del libro Guiness, haciendo entrega del certificado que acreditaba la consecución del récord a la entrevista más larga emitida por televisión; lo que nos recordaba el único motivo por el que estaban esos señores todavía sentados en sus mesas. La televisión de El Mundo entra en escena con un golpe de efecto mediático, que ha tenido repercusión en toda la prensa, aunque esperemos que en adelante la motivación para idear sus programas sea algo más interesante que el simple hecho de batir récords.

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