La mayorí­a de palestinos e israelí­es apoyan la creación de dos Estados.

La encuesta de la esperanza

Los medios de comunicación a menudo dibujan a la población israelí­ como un grupo de fanáticos que han decidido cerrar filas con los halcones más incendiarios del sionismo ultramontano a cambio de seguridad. Y si bien es cierto que la propaganda ultrarreaccionaria de los potentes aparatos propagandí­sticos del Estado de Israel han conseguido hacer que una moral degenerada cale en cierta medida y gane posiciones entre la sociedad israelí­, la realidad es que debajo de sus genocidas dirigentes respira un pueblo, que como cualquier otro, aspira a vivir en paz basada en relaciones justas con sus vecinos. Así­ lo apunta una encuesta elaborada por la organización pacifista One Voice, que muestra que más del 70% de los palestinos y de los israelí­es apoyan la solución de los dos Estados.

Es imortante señalar que la encuesta -encargado por One Voice a Colin Irwin, del Instituto de Estudios Irlandeses de la Universidad de Liverpool, en coordinación con la israelí­ Mina Tzemach y el palestino Nader Said del centro estadí­stico AWRAD de Ramala- no llega en un momento casual, sino precisamente cuando «la solución de los dos Estados», furibundamente rechazada por el gobierno de extrema derecha de Tel Aviv, es patrocinada por Washington como la panacea de Oriente Medio. Independientemente de lo adecuada de la solución, es crucial tener en cuenta quien lo dice, cuando lo dice y para qué lo dice.La encuesta, realizada sobre una muestra representativa de 1.100 entrevistados en Israel y los territorios ocupados, muestra que el 74% de los palestinos y el 78% de los israelí­es apoyan la idea de dos Estados para dos pueblos. En concreto, desde el bando israelí­, el 45% de los israelí­es califica la solución de dos Estados como `esencial y deseable´, y el mismo porcentaje está de acuerdo en los mismos términos con la necesidad de impulsar el desarrollo económico de Cisjordania y la franja de Gaza. Por el contrario, sólo un 21% de los israelí­es califica de `í¬naceptable´ los dos estados, y un 24% no considera necesario el desarrollo económico de los territorios ocupados.Frente a la imagen de intransigencia religiosa que nos transmiten sus lí­deres, los ciudadanos israelí­es están mucho más desapegados a los mitos del sionismo más integrista. Hasta un 47% de los judí­os entrevistados consideran inaceptable la idea del `Gran Israel´ -los territorios bí­blicos, incluyendo Cisjordania y Gaza-. Muchos más israelí­es rechazan que su ejército permanezca en los territorios ocupados -un 45%- que aquellos que consideran `esencial o aceptable´ la ocupación. Y tampoco es desdeñable, aunque no sea mayoritario, el porcentaje de israelí­es que desea que los asentamientos israelí­es en Cisjordania sean desmantelados, un 26%.Lógicamente en el lado palestino estas cuestiones suscitan una unanimidad casi total. El 100% de los palestinos estimó fundamental que todos los colonos abandonen Cisjordania y los asentamientos judí­os en ese territorio sean desmantelados. El 97% de los palestinos cree que el establecimiento de un Estado palestino independiente es una cuestión urgente para ellos, mientras que el 95% piensa que es igualmente urgente una resolución acerca los derechos de los más de cuatro millones de refugiados palestinos. El 53% de los palestinos está interesado en un reconocimiento por Israel del sufrimiento de sus refugiados, así­ como que la mayor parte de ellos regrese a Cisjordania y Gaza. El 86% de los palestinos está interesado en una retirada israelí­ a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Dí­as (1967).Claro está que hay cuestiones en las que las opiniones públicas palestina e israelí­ chocan. La capitalidad de Jerusalén es reclamada mayoritariamente por unos y otros: el 55% de los israelí­es y el 61% de los palestinos se oponen a su división. La vuelta de los millones de refugiados palestinos es rechazada por un 60% de israelí­es, y el mismo porcentaje se opone a que Israel retroceda hasta las posiciones previas a 1967.La encuesta lanza una foto fija de las dos sociedades. Si bien los datos que arroja son parciales, nos permiten entender lo sesgado de la idea de una sociedad israelí­ volcada hacia la derecha. Prácticamente en cada cuestión puntual, los israelí­es opinan en contra de las tesis del ultrarreaccionario gobierno Netanyahu, y son mayoritarias las posiciones que permitirí­an el avance de un proceso de paz justo

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