La élite financiera de México contra López Obrador

A pocos meses de las elecciones federales en México el próximo 1 de julio, la ventaja del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador es más que consistente, con un 36% de intención de voto. La preocupación cunde entre la clase dominante mexicana y en el Departamento de Estado norteamericano.

Aunque intentan guardar las formas, apenas pueden disimularlo. Los grandes empresarios y banqueros de méxico apuestan, en privado, por el principal oponente a López Obrador, Ricardo Anaya. Tanto la élite financiera mexicana como la embajada yanqui están seriamente alarmados por el empuje de la coalición Juntos Haremos Historia (un paraguas electoral en el que están Morena y el Partido del Trabajo —ambos de izquierda—, y el Partido Encuentro Social), que lleva un programa basado en la redistribución de la riqueza, la subida de los salarios y el bienestar social, el aumento de la inversión pública (especialmente en educación), la lucha contra la lacra de la corrupción estructural, la potenciación de la soberanía energética y la recuperación de las riquezas nacionales para destinarlos al desarrollo autóctono, y el cuestionamiento de la dependencia e injerencias contínuas de EEUU en los asuntos de México.

La élite financiera mexicana está usando los medios de comunicación que posee para aumentar la sensación de miedo ante la posible victoria de AMLO -a quién tildan de «el Maduro de México»- y potenciar que el voto de la derecha se concentre en un solo candidato, frente a dispersarlo en dos opciones. No pocas voces están insistiendo al PRI -el partido actualmente gobernante, y que salvo algunos periodos, lleva gobernando México casi un siglo- que se haga a un lado y ceda el liderazgo un frente anti-López Obrador a Ricardo Anaya (del PAN), que tiene más opciones para alcanzarlo.

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