Jesús (15-M)

«La deuda solo sirve para subyugar a la población y traspasar sus rentas al capital»

«La lí­nea de Correa en Ecuador consideramos que es adecuada porque ha sufrido un proceso de evaluación con una auditorí­a, que ha cumplido su cometido. Es decir, aclarar qué es lo que va en beneficio del paí­s, y qué es lo que va contra los intereses de la ciudadaní­a».

¿Cuál es el motivo de estas Jornadas?

Hay que decidir qué objetivos vamos a perseguir dentro de la exigencia de una auditoría de la deuda y cómo conseguirlos.

La auditoría es el mecanismo más apropiado para que exista transparencia y los ciudadanos tengan acceso a la información. Ahora mismo no tenemos claro cómo se  han producido los problemas, si es una obligación de los ciudadanos, o una mala gestión, o un mal aprovechamiento de los recursos. « Lo que reclamamos es que la soberanía debe residir en el conjunto del pueblo y no solo en un grupo de políticos«

Entonces, ¿ponéis en tela de juicio que la actual deuda haya sido contraída de manera legítima?

Hay una argumentación masiva por parte de la clase política, que parece un mantra repetido en muchos medios, según la cual la ciudadanía somos culpables por vivir por encima de nuestras posibilidades. Lógicamente, en un país donde ni si quiera todos lo derechos básicos están soportados por el Estado, es difícil acusar a esa ciudadanía de que ha vivido por encima de sus posibilidades.

Lo que creemos es que el sistema de endeudamiento de bonos es el mismo sistema que se ha utilizado en Latinoamérica para subyugar a la población y traspasar sus rentas al capital.

¿No crees que una de las claves está en la defensa de la soberanía nacional frente a las imposiciones que vienen de fuera?

Lo que reclamamos es que la soberanía debe residir en el conjunto del pueblo y no solo en un grupo de políticos.
Lo que no nos parece bien es que todas las recetas a la crisis se basen en la austeridad. Se pueden hacer las cosas de otra manera, y para separar la paja del trigo no hay más camino que el de poner todas las cartas boca arriba.

Cuando contraemos una deuda, normalmente se nos presenta una factura, bien por los bienes adquiridos o por los servicios prestados. Lo único que queremos ver es esa factura. Si a ti te dan una factura en la que te cargan lo que ha encargado tu vecino pues dirás que no es tuyo, no lo pagas.

Hay que aclarar qué facturas nos están pasando, qué servicios o bienes hemos adquirido, y si no son nuestros, los consideraremos errores o deuda ilegítima. Es decir, aclarar ese dinero que debemos en concepto de qué lo debemos.

Apuntáis en la línea de lo que se ha hecho en Islandia o en Ecuador con la deuda, ¿no?

La línea de Correa en Ecuador consideramos que es adecuada porque ha sufrido un proceso de evaluación con una auditoría, que ha cumplido su cometido. Es decir, aclarar qué es lo que va en beneficio del país, y qué es lo que va contra los intereses de la ciudadanía. Esa línea es más acertada que la de Islandia. Bien es verdad que su gobierno ha decretado una suspensión de pagos forzado por la presión social, pero en este caso no se ha planteado el hecho de auditar ni de expurgar entre la legitimidad y la ilegitimidad de la deuda. Islandia, hasta donde sabemos ha decretado una suspensión de pagos unilateral, diciendo que pagara cuando tenga superávit, cuando su PIB crezca, lo que no es ninguna referencia, porque el PIB puede crecer, pero las desigualdades también. No es ninguna referencia válida.

En Islandia se valora la presión social sobre un gobierno que es quien debe rendir cuentas ante la sociedad, y noante los banqueros o las grandes potencias financieras. Esto es muy de admirar. Pero no es el camino que pretendemos, porque la realidad eque han socializado las pérdidas de las empresas privadas, y lo han aceptado sin esclarecer su legitimidad.

Deja una respuesta