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La debilidad de BBVA exige la marcha de FG

Me ha contado un pajarito que Francisco González, el presidente del BBVA, se coló en la casa familiar de los Botín en Santander durante el funeral privado de Emilio Botín y muy a pesar de que sabía que no era bien recibido, y que incluso alguien se lo avisó. Pero FG, como el pequeño Nicolás, se metió en la mansión santanderina de los Botín abusando de la cortesía familiar en tan difícil momento para figurar ante los medios y dar el pésame por la muerte de una persona a la que no respetó, de la que hablaba generalmente mal y a la que le tenía una envidia descomunal porque en la batalla bancaria Emilio Botín siempre le ganó.

A BBVA no le salen las cuentas, o le salen bastante regular y según sus últimos datos han tenido una caída del 37% de sus beneficios en lo que va de 2014 y, lo que es peor no se vislumbra una sensible mejoría. El problema está sobre todo en su presidente Francisco González, FG, o Paco para sus amigos, que está agotado. Y ha cometido errores muy serios en sus inversiones y compras dentro (en Cataluña) y fuera de España (China, Portugal, Venezuela, USA y Turquía), para que al final este banco que nació en el País Vasco acabe siendo un banco mexicano porque es allí, en su Bancomer -donde empiezan a estar hasta el sombrero charro de FG- donde está más del 43 % de su beneficio, que cada vez es menor. Y que en España no llega al 8%, a pesar de que el 30% de su balance está en nuestro país, donde su margen de negocio ha caído, mientras el de otros bancos sube.

FG, Paco, o González se tiene que marchar porque el BBVA no va bien y puede ir a peor. En dos días ha perdido un 6% en la Bolsa y le han bajado la calificación S&P, Credit Suisse y Natixis, y otros que le bajarán por más que pasara con notable los test de estrés de la UE, que son otra cosa muy distinta a la eficacia y la rentabilidad. Lo que a lo mejor piensa arreglar con un ERE -se dice que de 4.700 empleados en su nueva dimensión catalana-, y lo que le traerá problemas en esa Comunidad, donde la tensión política está a flor de piel y donde, estaba claro, que no era un momento oportuno para invertir por parte de un banco español. Pero FG es así y la vista y el olfato para ciertos negocios -como los que tenía Botín- no parece lo suyo y de ahí, por ejemplo, su grave error en China, que le costó más de 2.000 millones de euros del tirón.

Pero FG, que tiene a Juan Carlos Ureta en los talones (como un posible sucesor que contaría con las bendiciones de De Guindos), no se quiere ir por nada del mundo. E incluso tuvo la audacia de prolongarse, no hace mucho y por enésima vez, la edad de la retirada hasta los 75 años (sic) y con una excelente o escandalosa, según se mire, bolsa de jubilación, en los tiempos que corren, en los que muchos españoles lo están pasando muy mal.

Además su segundo Ángel Cano no da la talla para ser el sucesor, y precisamente por ello FG lo eligió para que nadie le hiciera sombra en este banco cuya pomposa sede en complicada construcción se llama ‘la vela’, aunque más bien parece una noria de feria que en realidad debería instalarse en el centro de México D.F. y no en Madrid. Pues bien, Cano se ha metido en harina de otros costales y ha dado por su cuenta lecciones políticas y éticas sobre la corrupción, sin saber que precisamente fue Rato quien colocó a FG al frente de BBVA (tras su paso por el banco entonces estatal Argentaria). Pero eso a FG, que presume de ser el ‘don perfecto’, ahora le da igual.

En realidad, el sucesor de FG y su Consejero Delegado debería ser Goirigolzarri, el presidente de Bankia, que está pilotando con éxito la refundación de Caja Madrid tras su rescate por el Estado y la desastrosa y más que sospechosa gestión de Blesa y Rato que en los juzgados están. Pero como la madrastra del cuento FG tenía celos de ‘Gorri’ y se lo quitó de encima para que no le hiciera sombra y no propiciara una sucesión en BBVA que hace tiempo ya debió ocurrir. Y todo ello a pesar que el vasco era -lo está demostrando- un crack en las buena gestión bancaria. Frente a la más bien escasa gestión de BBVA en la actualidad, lo que de seguir por ese camino provocará el creciente malestar de sus fondos inversores. Que son los que, al final, forzarán el cese de FG si todo sigue como va. Y si no se les adelanta De Guindos, lo que tampoco habría que descartar.

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