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La CEOE apoya la cautela de Rajoy sobre el rescate de España

El mayor lobby empresarial de España se está volviendo tan cauto como el Gobierno de Mariano Rajoy sobre una posible solicitud de ayuda por la inquietud respecto a lo rigurosas que serían las condiciones para activar el mecanismo de compra de bonos por parte del Banco Central EuropeoUn rescate «podría imponer un ritmo criminal de reducción del gasto público», dice Alberto Nadal, vicesecretario general de CEOE, principal grupo empresarial de España, en una entrevista.El recién descubierto escepticismo de la organización contrasta con su apoyo anterior a la solicitud después que el BCE iniciara su programa de compra de bonos en septiembre tras comprometerse el presidente Mario Draghi a hacer «lo que sea necesario» para salvar el euro. Rajoy se ha abstenido de solicitar esta ayuda y la presión para que lo haga ha disminuido, con el rendimiento de los bonos españoles a 10 años ahora situados en 219 puntos básicos menos que en julio.»El Eurogrupo no es un organismo casi puramente técnico, como el Fondo Monetario Internacional, sino que está formado por representantes de gobiernos que muy a menudo tienen que vender a sus parlamentos medidas, por lo que no se puede saber el resultado», dice Nadal.Hasta hace poco, los ejecutivos de la CEOE, que dicen representar a dos millones de empresas, junto con el instituto de investigación vinculado a ella, el Instituto de Estudios Económicos o EEI, pedía al gobierno que solicitara el rescate.El EEI dijo el 22 de octubre que cuanto antes España solicitara la ayuda mejor, ya que las empresas españolas estaban sufriendo por una financiación más cara que la de otros países del euro. El vicepresidente de la CEOE Arturo Fernández dijo el 7 de septiembre que «el tiempo se estaba acabando» para España porque el país estaba al borde de la quiebra.Desde entonces, el rendimiento de los bonos españoles de referencia a 10 años cayeron al 5,56%, desde el récord de la era del euro del 7,75% el 25 de julio, un día después de que España estuviera de acuerdo con las condiciones de la línea de crédito de los fondos de rescate europeo de 100.000 millones de euros (129 mil millones dólares) para recapitalizar su sector bancario y un día antes de que Draghi abriera la puerta a las compras de bonos.»No es posible compartir la moneda y no tener las mismas condiciones financieras generales y la posibilidad de que el banco central establezca una política monetaria única de la zona», dijo Rodrigo Rato, ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y ex ministro de finanzas españolas, en una entrevista el 7 de diciembre con Bloomberg Television. Sin embargo, el euro cayó el fin de semana respecto al dólar después de que el primer ministro italiano dijera que tiene la intención de dimitir, reavivando la especulación de que un cambio de gobierno pueda hacer descarrilar los esfuerzos para resolver la crisis de deuda del país.La inestabilidad de Italia puede afectar a España, dice el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro,. El año que viene será difícil para España dado que la prioridad del gobierno será la de recuperar su capacidad de financiación, según un comunicado del Ministerio de Hacienda citando las declaraciones de Montoro en el Senado hoy.El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que el BCE ha proporcionado «un alivio significativo.» El Gobierno «tomará la decisión que sea mejor para nuestros intereses, no sólo desde el punto de vista de la decisión en sí misma, sino también desde el punto de vista del tiempo», dijo De Guindos en una entrevista con Radio Cinco en Madrid. «El tiempo en economía, en política e incluso en la música es importante y el gobierno tiene que tomar la mejor decisión en el mejor momento posible». El 6 de diciembre Draghi reiteró que «no habrá apoyo automático» del BCE. Los gobiernos «saben cuáles son las condiciones», dijo, en referencia a la evaluación asociada a cualquier solicitud al fondo de rescate ESM. «Esto será una condición necesaria, pero no suficiente » ya que el BCE hará sus propias evaluaciones, dijo.Alentados por el impacto del anuncio del BCE sobre los costos de endeudamiento, los líderes empresariales comparten el optimismo de Rajoy de que tras cinco años de crisis está llegando a su punto más bajo y que las reformas económicas allanarán el camino para una recuperación el próximo año, con unas exportaciones ya en aumento y la disminución de costos laborales ayudando a que el déficit por cuenta corriente se equilibre en España.»En este tipo de acuerdos de rescate, sólo se puede entrar con mucho cuidado», dice Joaquín Trigo, director general del EEI, en una entrevista en Madrid. «Después de lo que ha pasado en Portugal y Grecia, tenemos que tener mucho cuidado, porque te dan el dinero, pero algunas de las cosas que se impusieron carecían de racionalidad económica».La llamada troika, formada por el FMI, la Comisión Europea y el BCE, exigieron aumentos de impuestos para aumentar los ingresos y mayores recortes de salarios para reducir el déficit de Grecia, el primer país de la zona del euro que consiguió el rescate en mayo de 2010. Las exigencias han conducido al país a una profunda recesión, con el aumento del desempleo a un récord del 26% en septiembre, el mayor en la zona del euro. La economía griega se contrajo durante cinco años y se espera que lo haga de nuevo el año que viene.El gobierno portugués vendió este año el Banco Portugués de Negocios al Banco BIC de Angola por 40 millones de euros, una fracción de los 180 millones de euros que pedía inicialmente, después de que el rescate y la reestructuración de la entidad crediticia incautado por el Estado en el año 2008 fuera aprobado por los reguladores de la Unión Europea.»La disciplina fiscal es la clave para recuperar la credibilidad y tener una financiación más barata», dice Ofelia Marín-Lozano, jefa de estudios económicos en el lobby pro-empresarial Círculo de Empresarios. «Eso significa que o te impones la auto-disciplina por ti mismo, o si no lo haces termina por ser impuesta desde afuera».Pero Nadal advierte del peligro de introducir medidas que puedan ser perjudiciales para la economía.»Reducir el déficit es necesario para hacer sostenible la deuda pública y ajustar un sector público sobredimensionado, pero una cosa es eso y otra destruir la red de seguridad social o servicios públicos esenciales», dice Nadal. España no tiene ningún interés en entrar en un complejo proceso de negociación de un programa «para sacar poco o nada de provechoso «, dice. Los precedentes sobre la ayuda financiera para la recapitalización bancaria de España dejó «un sabor agridulce», según Nadal. «Ciertamente fue una sorpresa que Finlandia solicitara a España las mismas garantías que le pidió a Grecia».Mientras la crisis de deuda de Europa ha empeorado, Finlandia ha endurecido su postura de apoyo a los rescates en medio de la desaceleración del crecimiento económico. El primer ministro finlandés, Jyrki Katainen y el ministro de Finanzas Jutta Urpilainen han pedido normas más estrictas, se resisten a la responsabilidad compartida de la deuda y exigen garantías a cambio de los rescates desde que ganaron las elecciones de abril de 2011 (…)Nadal dijo que España sólo debe hacer la solicitud en caso de una emergencia, ya que la financiación del BCE no está garantizada. «Si nos dan un poco de tiempo, debería ser suficiente para recuperar confianza de los mercados», dice. «Es mejor dejar que las cosas sigan su propio curso en lugar de intentar entrar en un programa a toda costa».Los países del Norte pueden agregar condiciones si España pide ayuda porque «están diciendo básicamente que se trata de una transferencia de ingresos de los ahorros de sus trabajadores hacia personas derrochadores en el sur», dice Nadal.»Mucha gente está muy preocupada, pero el gobierno está jugando una partida de póquer y tiene una gran cantidad de información sobre la mesa», dice Ricardo Gómez-Barreda, presidente del lobbie Fundación Impuestos y Competividad, una fundación privada que lleva a cabo investigaciones sobre la regulación de impuestos y se financia principalmente a través del servicio jurídico y empresas de consultoría. «Sólo podemos esperar que haga lo correcto, y que sabrá cuándo debe mostrar sus cartas primero.»

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