Denunciadas tres muertes por recortes en sanidad

La bolsa… y la vida

No son tragedias desgraciadas. No son negligencias médicas. Son asesinatos. El tijeretazo en los gastos sanitarios se cobra su precio en vidas. La Asociación del Defensor del Paciente (Adepa), ha presentado ante los tribunales tres denuncias por personas fallecidas debido a no haber recibido a tiempo el tratamiento médico adecuado.

Su presidenta, Carmen Flores, fue muy clara al afirmar que “habría que imputar al conseller de Sanidad y al Govern de Catalunya, queremos justicia por los recortes. Habrá que preguntarles si quieren asumir la responsabilidad de una muerte”.“Vivir peor no quiere decir vivir mal”. Con esta desvergonzada sentencia se despachaba el conseller catalán de sanidad, Boi Ruiz, tras afirmar que “la sociedad española ha vivido estos años por encima de sus posibilidades”, y ahora toca aceptar sumisamente los recortes.Su “receta” es tan simple como venenosa: implantar un seguro sanitario obligatorio según el nivel de renta… y ofrecer una sanidad pública ultradegradada para quien no pueda pagarlo.«Los recortes en sanidad se traducen en vidas segadas» Ya nos ha ofrecido un pequeño anticipo de lo que nos espera. El tijeretazo de hasta 1.000 millones de euros en los gastos sanitarios, traducido en cierres de ambulatorios o en reducción de camas y quirófanos en los hospitales, nos ha revelado los síntomas de la enfermedad.Las listas de espera aumentaron en un 23% entre enero y julio. Y el tiempo de espera para las patologías más urgentes se disparó desde los cinco a los ocho meses.Y detrás de estos números hay mucha sangre. Los recortes en sanidad se traducen en años de vida robados, cuando no en vidas segadas.Ginés M. padecía espamos y movimientos incontrolados en un brazo, e ingresó en el hospital Vall d´Hebron. Los médicos apreciaron varias lesiones, pero se requería una resonancia magnética para calibrar el diagnóstico. La prueba no puede realizarse en urgencias, por lo que tuvo que esperar a ser ingresado en planta. Gracias a los recortes, no había camas suficientes, y la resonancia urgente se demoró seis días. Se le detectó una hemorragia cerebral, pero ya era demasiado tarde.Cristina R. G., embarazada de 34 semanas, ingresó en el hospital Sant Pau con una infección abdominal, justo en el momento en que se estaban aplicando de manera más drástica los recortes. No había cirujanos disponibles, y tuvo que esperar hasta el día siguiente para ser operada. Un corte de luz obligó a retrasar un día más la intervención, gracias a que la dirección del hospital se negó a utilizar el equipo de emergencia. Cuando, por fin, fue operada, no pudo hacerse nada para salvar la vida del bebé.Todavía recordamos el caso de María del Carmen Mesa, que, por falta de quirófanos y equipos médicos, tuvo que esperar 65 horas y visitar cuatro hospitales para ser intervenida de un aneurisma cerebral. El retraso provocó su muerte.No son supuestos teóricos. Son personas con nombres y apellidos, que han muerto por causa directa de los recortes sanitarios.Así se recoge en las tres denuncias que la Asociación del Defensor del Paciente (Adepa) ha presentado ante los tribunales.No se denuncian negligencias médicas. Se implica a la plana mayor de la conselleria de sanidad y la Generalita por la aplicación de los recortes sanitarios, acusándoles de violar la constitución al denegar la prestación de servicios fundamentales.El abogado de Adepa ha advertido que “la cifra va en aumento”, señalando una decena de casos más que todavía no han salido a la luz. Por ejemplo el de un paciente al que se le dijo que buscara atención en una cínica privada “porque su caso era realmente grave”, y que acabó perdiendo un ojo.Los ladrones solían asaltarnos al grito de “¡La bolsa o la vida!”. Ahora, los nuevos ladrones nos quieren quitar las dos cosas. Meten mano en nuestra cartera recortándonos el sueldo, y nos quitan la vida a través de los recortes en sanidad.

Deja una respuesta