Antony and The Johnsons:

La belleza será convulsa o no será

Antony Hagerthy empezó su carrera musical con un grupo de performance – Black Lips Performance Club – que se acabó convirtiendo en The Johnsons – Julia Kent (violonchelo), Todd Cohen (baterí­a), Jeff Langston (bajo), Joan Wasser (violí­n, voz y percusión), Maxim Moston (violí­n) y Rob Moose (guitarra y violí­n) -.

Antony es todo voz, todo. Sus comosiciones siempre susurran; entra como por la puerta de atrás, sin querer molestar, y cuando parece que nada pasa irrumpe llenando. Como Nina Simone paseando por un bulevar, Antony jazzea e intima con el soul arrastrando a su banda por interpretaciones de temblor seguro. Como un niño que sueña con hacerse mayor para poder convertirse en mujer, como un loco enamorado de un hombre muerto, como la esperanza de que alguien aguarde para darle cariño cuando se acabe la vida… así suenan los sueños de este neoyorquino; la belleza y el dolor de quien los ha padecido, y una extrema sensibilidad para arropar sus melodías. Antony es profunda voz, tersas melodías y un estado de calma que se antoja contiene una profunda pena. El sentido de una crítica musical es conseguir, para bien o para mal, pintar con palabras la obra que pretende captura el artículo. Pero retos como éste nadie los quisiera sin un amigo que canturree al oido mientras se lee. Aun así hay que empeñarse, renegar y pulsar play: “La sangre de mis entrañas cubriendo el caballo está. Las patas de tu caballo echan fuego de alquitrán… “, así suena Antony and The Johnsons El primer trabajo de la banda se publicó en el 98, después de que David Tibet, el componente de Current 93, escuchase su maqueta y decidiera ficharles para su compañía discográfica Durtro. Laurie Anderson, la artista experimental de Illinois, dijo que “todas las emociones del planeta se encuentran en su increíble voz”. Esta declaración de amor se suma a las colaboraciones con Lou Reed, Boy George, Dennis Hopper y Kate Bush. The Crying Light es su último disco, y una excelente recomendación, aunque no hay sobras posibles en su aun breve trayectoria. En una entrevista para la prensa, Isabel Coixet fue de la mano de Antony a encantarse con la suma de dos preciosas creaciones “El silencio de las palabras” y “Hope there´s someone”. Una historia de amor que nace del sufrimiento y un músico con alma de mujer lacerada.

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