Corresponsalí­a Murcia

La base de la economí­a productiva.

A esar del plan anticrisis dedicado al ladrillo, la realidad comprueba lo que venimos diciendo desde hace tiempo, los números así lo dicen. En medio de la crisis, las importaciones en Murcia crecen, son la base de la economía, y los productos hortofrutícolas suman al mayor porcentaje de los productos exportados.El déficit comercial se salda con 6 000 millones de euros y a pesar de que los números nos muestran que la economía productiva es el camino, el Gobierno se empeña en invertir en ladrillo en vez de pensar en un plan estratégico dirigido a potenciar la producción abriendo mercado exterior.A su vez el otro dato significativo que marca el rumbo claro que debe seguir este plan estratégico es que lo que traemos desde fuera sumando un 68,30% de las importaciones realizadas es en el sector energético tan necesario para la industria. Un plan dirigido a la independencia energética, la investigación y el desarrollo que potencie la base productiva del país, son una de las claves fundamentales para una economía sólida que genere puestos de trabajo y riqueza para todos en esta crisis.Tras el pinchazo de la burbuja, tras la ensoñación y la narcotización de los años de bonanza la realidad sale a flote de forma contundente y muy a pesar de los planes de la banca. Planes de que sigamos pagando nuestras hipotecas, hipotecas que les aseguran apropiarse de nuestras plusvalías presentes y futuras, pero que en si mismas no crean riqueza. El objetivo debe ser basar la economía en una base de riqueza real, no de endeudarnos a todos, deuda pública que luego botín usa como el niño que sale ha comprar con la tarjeta de crédito de papá Estado a costa de todos. Sin embargo la base económica, la tan nombrada economía real, se refiere tan solo a que toda la economía se basa en la producción de riqueza.Riqueza que se produce muy a contracorriente de la orientación liquidadora del Gobierno, que se empeña en seguir invirtiendo en ladrillo, Mientras la huerta y la economía que genera riqueza sigue adelante y con todas las dificultades del mundo, olvidadas del Gobierno que ni invierte ni defiende nuestras materias primas en el mercado europeo, que permite que las distribuidoras ganen beneficios desmesurados, aprovechándose de productores y consumidores y ganando hasta un 2000% de beneficios, mientras en Murcia cada vez es más habitual que limones y naranjas se caigan de los árboles ya que el precio que tienen que pagar para recogerlos les sale mayor que el que se les paga por el producto, en cambio el kilo de limones en tienda se cobra a 2 euros.

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