SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La banca y el Estado

La bancarrota de Grecia, y las crisis de Irlanda y Portugal, ha revelado que los bancos, en la alegría de la burbuja, fueron imprudentes concediendo créditos. Su solvencia está en cuestión y los acreedores, sepultados bajo una masa de deudas.Respecto al compromiso de devolución de los préstamos, de nuevo el caso griego ilustra que, llegado a un determinado punto, sacrificar a la población para apaciguar al banquero acaba siendo insostenible. Como explicaba hace casi cien años John Maynard Keynes en su Breve tratado sobre la reforma monetaria: «En ninguna comunidad, antigua o moderna, los elementos activos y trabajadores consentirán que se entregue a las clases de los rentistas o tenedores de bonos más de una determinada proporción del fruto de su trabajo». En esas estamos.

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