La banca teme la quiebra de alguna autonomí­a

«Los altos vencimientos de deuda a los que se enfrentan algunas comunidades autónomas de aquí­ a final de año preocupan cada vez más a la banca española, tenedora de buena parte de esos bonos y préstamos. Mientras recortan gastos a contrarreloj, los gobiernos autonómicos tienen que refinanciar en el último trimestre del año más de 6.896 millones de euros en obligaciones. Y no está claro que todas las regiones puedan hacer frente con éxito a esas renovaciones»

«La banca esañola no tiene apenas deuda periférica europea», sostiene un experto del sector que prefiere no ser identificado. «Pero nuestra deuda periférica es la autonómica y local», apostilla, con el riesgo añadido de que «no está hecho el más mínimo aprovisionamiento al respecto». La deuda pública apenas computa a efectos de riesgos de las entidades, lo que hace que cualquier impago genere pérdidas y consuma capital. El riesgo de la banca a un default de una autonomía o un ayuntamiento es múltiple. (EL MUNDO) EL PAIS.- El ahorro familiar se desinfla trimestre a trimestre. La dureza de la crisis económica llevó a los hogares a reservar más de un 20% de su renta disponible durante muchos meses de 2009, en el apogeo de la Gran Recesión. Desde entonces, la tasa de ahorro ha experimentado un acusado descenso. Pero si el año pasado fue consecuencia de un fugaz repunte del consumo, de una incipiente mejora de las expectativas económicas, ahora debe mucho más al deterioro de los ingresos. Después de tres años de crisis, con 4,8 millones de parados, salarios a la baja y menos prestaciones públicas, son cada vez más las familias que no pueden permitirse el lujo de ahorrar. LA VANGUARDIA.- Catalunya será la piedra de toque de la campaña electoral. Esta vez de manera distinta. Esta vez la cuestión catalana forma parte de un juego de espejos. Alfredo Pérez Rubalcaba ha decidido que su principal bandera sea la defensa a ultranza de la sanidad y de la educación públicas. Un mensaje claro y contundente: el Partido Socialista se erige en garante de los dos servicios básicos del Estado de bienestar, junto con las pensiones de jubilación. ¡No a los recortes! Y los recortes en España tienen hoy dos emblemas principales: la sanidad de Catalunya y el sistema educativo de Madrid Crisis. El Mundo La banca teme que alguna de las autonomías suspenda pagos M. Vega / J. E. Maíllo En el sector financiero español cunde el temor a que alguna comunidad autónoma pueda suspender pagos antes de que acabe el año. Las regiones se enfrentan a vencimientos de casi 7.000 millones en estos meses y deben a los bancos más de 80.000 millones de euros. Los altos vencimientos de deuda a los que se enfrentan algunas comunidades autónomas de aquí a final de año preocupan cada vez más a la banca española, tenedora de buena parte de esos bonos y préstamos. Mientras recortan gastos a contrarreloj, los gobiernos autonómicos tienen que refinanciar en el último trimestre del año más de 6.896 millones de euros en obligaciones, lo que representa el 11% del total de su deuda negociada en el mercado de renta fija, según datos recogidos por Bloomberg. Y no está claro que todas las regiones puedan hacer frente con éxito a esas renovaciones, según admite un alto ejecutivo de uno de los principales bancos. Pero es que al problema de esos vencimientos de bonos, se une el importante volumen de créditos que bancos y cajas han otorgado a regiones y ayuntamientos. Suman 82.667 millones de euros y cada año se renueva una cuarta parte de ellos, unos 20.000 millones. «La banca española no tiene apenas deuda periférica europea», sostiene un experto del sector que prefiere no ser identificado. «Pero nuestra deuda periférica es la autonómica y local», apostilla, con el riesgo añadido de que «no está hecho el más mínimo aprovisionamiento al respecto». La deuda pública apenas computa a efectos de riesgos de las entidades, lo que hace que cualquier impago genere pérdidas y consuma capital. El riesgo de la banca a un default de una autonomía o un ayuntamiento es múltiple. Por un lado, son tenedores de deuda emitida por estos entes públicos. Por otro, les han otorgado créditos cuya recuperación puede ser difícil. En términos de emisiones de deuda, Cataluña es la que mayores vencimientos concentra de aquí a final de año. La Generalitat debe refinanciar en el mercado 3.564 millones de euros, según Bloomberg. Le siguen la Comunidad Valenciana (1.125 millones), la de Madrid (984), Andalucía (478), Castilla-La Mancha (352) y Castilla y León (157). Los mercados también están muy preocupados por otras regiones. No tanto por la deuda a renovar, como por su escasa capacidad de generar confianza en los mercados. Sería el caso de Baleares, que con una deuda emitida de más de 1.695 millones de euros, tiene unos vencimientos de 60 millones hasta diciembre. Esta comunidad, junto con Castilla-La Mancha, fue señalada el pasado junio por Goldman Sachs, que calificó a ambas regiones como las «peores» por el alto déficit acumulado en relación a su PIB. Es del 16,9% en el caso de las islas y del 17,2% en la comunidad manchega. En este entorno, la liquidez escasea en los mercados y la banca se ha dado cuenta del riesgo de prestar a las regiones. «Esa deuda no puede crecer más», dice el directivo de una entidad. Desde el cierre de 2007, los créditos de la banca a los entes territoriales se han duplicado. Captar liquidez es difícil y, cuando ésta aparece, es cara. La prima de riesgo española sigue por encima de los 300 puntos y el bono a 10 años supera el 5%. Esto también juega en contra de las comunidades autónomas, que llevan tiempo en el punto de mira de los mercados por su incapacidad para contener el déficit. A esta situación, se une que la estrategia de emitir bonos patrióticos para particulares -diseñada por Cataluña y seguida después de Andalucía o la Comunidad Valenciana- parece agotada a precios razonables. Los costes de futuras emisiones se pueden disparar. La razón es clara. Las regiones compiten con la banca, ávida también de liquidez y que ofrece depósitos y pagarés con rentabilidades por encima del 4%. Y las comunidades autónomas necesitan las redes bancarias para colocar entre particulares sus bonos. En este contexto, la estrategia que ha diseñado Cataluña para abordar sus vencimientos podría verse dañada. La Generalitat se dispone a lanzar una nueva emisión de bonos patrióticos por valor superior a 3.000 millones de euros y un interés mayor al 5,25%, según fuentes del mercado. Con esta cara emisión, el Gobierno catalán espera atender sus notables vencimientos y sus tensiones de liquidez. Y no es la única. Fitch ha bajado la nota catalana, pero también la de Canarias, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. Y, para colmo, estos gobiernos ya tienen a su caja de ahorros amiga para ayudarles en estos momentos. Ahora ya no hay cajas, sino bancos, algunos de ellos cotizados. Y las órdenes políticas no tienen el mismo efecto. La Generalitat Valenciana le endosó a la CAM 200 millones de una de sus últimas emisiones dos días antes de que fuese intervenida por el Banco de España. No hay un sólo banco o caja que opere en España que no haya otorgado créditos o adquirido deuda pública. Luego está el riesgo adquirido -en este caso de clientes- por fondos de inversión y pensiones, que supera los 59.501 millones, según Bloomberg. EL MUNDO. 3-10-2011 Economía. El País El ahorro de los hogares baja al 12,8% de su renta Alejandro Bolaños El ahorro familiar se desinfla trimestre a trimestre. La dureza de la crisis económica llevó a los hogares a reservar más de un 20% de su renta disponible durante muchos meses de 2009, en el apogeo de la Gran Recesión. Desde entonces, la tasa de ahorro ha experimentado un acusado descenso. Pero si el año pasado fue consecuencia de un fugaz repunte del consumo, de una incipiente mejora de las expectativas económicas, ahora debe mucho más al deterioro de los ingresos. Después de tres años de crisis, con 4,8 millones de parados, salarios a la baja y menos prestaciones públicas, son cada vez más las familias que no pueden permitirse el lujo de ahorrar. El promedio de los últimos cuatro trimestres, que permite depurar las fuertes oscilaciones en el ahorro de los hogares según la época del año, muestra que la tasa de ahorro bajó entre abril y junio al 12,8% de la renta familiar, cinco décimas menos que en el arranque de 2011. Según los datos difundidos por el INE, el retroceso se debe a que la renta disponible aumentó a menor ritmo (un 1,2% en tasa interanual) que el consumo final de los hogares (un 3,6% respecto al mismo trimestre del año anterior). Y, por tanto, la proporción de la renta que se destina a ahorrar disminuyó. Tanto en el caso del consumo como, sobre todo, de la renta, los avances son aparentes, se miden en términos nominales. Si se tiene en cuenta la inflación registrada en ese periodo (un 3,6%), el gasto de las familias se estancó. Y, en términos reales, la renta familiar encaja una apreciable pérdida de poder adquisitivo (-2,4%). El contraste con lo que ocurrió en el segundo trimestre es significativo: en la primavera de 2010 hubo muchas compras anticipadas para evitar la subida del IVA. El consumo subió entonces un 5,9%, cuando la inflación apenas llegaba al 1,5%, con lo que se registró un incremento del gasto real, que alimentó las expectativas (luego truncadas) de una recuperación. En la evolución de la renta disponible pesa la disminución de lo que cobran los trabajadores asalariados (un 0,4% menos que en el segundo trimestre de 2010) y el descenso de las transferencias corrientes recibidas, efecto del recorte de gasto público. El ajuste fiscal también se deja notar en el pago de impuestos, que aumenta un 6,2%. Solo el notable repunte de la renta que se atribuye a los trabajadores autónomos y al cobro de alquileres (un 8% más) y la ligera subida de las prestaciones (entre otras razones, por desempleo) aliviaron la situación. Pese a todo, el ahorro generado por las familias está todavía en niveles altos (antes de la crisis, la tasa de ahorro bordeaba el 10%) y eso permite que los hogares retengan su capacidad de financiar al resto de la economía. Más aún, cuando su inversión (básicamente, en vivienda) no deja de caer: en el segundo trimestre, el retroceso interanual fue del 9,1%. Una vez descontado su gasto de inversión, las familias registraron una capacidad de financiación equivalente al 3,7% del PIB del segundo trimestre. Las cuentas de los sectores económicos en el segundo trimestre evidencian que la situación en el sector privado es muy dispar. Mientras las familias sufren ahora la crisis con toda su dureza, las empresas, tras un drástico proceso de ajuste en plantillas y gastos corrientes, mejoran de forma sensible sus márgenes. Y, con la inversión congelada por el miedo a otra recesión, destinan los ingresos a aligerar la pesada carga de la deuda acumulada en la última década. Así, la renta disponible de las sociedades no financieras aumentó un 24,3%, un comportamiento que se debió a la subida del excedente de explotación (15,3%) y, también, al descenso de lo que pagan por el impuesto de sociedades (un 14,4% menos que hace un año). Descontada la inversión, las empresas lograron un saldo de 8.848 millones, una capacidad de financiación equivalente al 3,2% del PIB. A diferencia de lo que ocurría antes de la crisis, el ahorro del sector privado (las entidades financieras aportan un 0,6% del PIB) compensa, en buena parte, el déficit de las Administraciones Públicas, que en el segundo trimestre presentaron una necesidad de financiación equivalente al 9,9% del PIB, muy similar a la del año pasado. En el saldo negativo del sector público es determinante la debilidad de los ingresos por impuestos, que bajan un 6% en términos interanuales. En conjunto, la dependencia de la economía española de la financiación exterior es cada vez menor, una tendencia que refleja también el tijeretazo a la inversión de hogares, empresas y administraciones. En el segundo trimestre, la necesidad de financiación frente al resto del mundo se limitó al 2,4% del PIB, cuando antes de la crisis llegó al 10%. EL PAÍS. 3-10-2011 Opinión. La Vanguardia La piedra de toque Enric Juliana Catalunya será la piedra de toque de la campaña electoral. Esta vez de manera distinta. Esta vez la cuestión catalana forma parte de un juego de espejos. Con el activo concurso de Felipe González, de nuevo en el papel de gran patriarca del Partido Socialista Obrero Español, Alfredo Pérez Rubalcaba ha decidido que su principal bandera sea la defensa a ultranza de la sanidad y de la educación públicas. Un mensaje claro y contundente: el Partido Socialista se erige en garante de los dos servicios básicos del Estado de bienestar, junto con las pensiones de jubilación. ¡No a los recortes! Y los recortes en España tienen hoy dos emblemas principales: la sanidad de Catalunya y el sistema educativo de Madrid. Barcelona y Madrid, las dos grandes áreas metropolitinas de la Península. Mariano Rajoy ha intentado evitar este escenario. El Partido Popular ha estado casi a punto de alcanzar su principal objetivo táctico: llegar a las elecciones con los faros apagados, sin desvelar ninguna medida impopular. La palabra recorte está prohibida en el léxico electoral de la derecha española hasta las 24 horas del día 20 de noviembre. El conflicto de los maestros interinos de Madrid se ha complicado para el PP por el inefable estilo de la señora Esperanza Aguirre, ese curioso cruce de casticismo y derechismo libertario. Trató de vagos a los maestros y entregó una bonita bandera al PSOE. El otro estandarte lo ha confeccionado Artur Mas con su firme determinación de no dejar para mañana los graves problemas de la hacienda catalana. Catalunya es hoy el único lugar de España donde se está afrontando con crudeza y una cierta sinceridad el riesgo de debacle de la providencia social. (Algunos lectores se ofenden ante esta afirmación. Es verdad, están en curso dolorosos ajustes en muchas otras autonomías, pero en ningún otro lugar como en Catalunya se está afrontando el asunto con tanta crudeza política). Es la línea de CiU, una mezcla de jansenismo y astuto sentido de la oportunidad. Severidad de trasfondo semiluterano –que Artur Mas encarna bien–, mensajes claros al Directorio Europeo y a los mercados financieros, y empuje para la reclamación del pacto fiscal. Catalunya recorta; Catalunya exige menos estrés fiscal. Difícil reclamación en una España que teme regresar a la decadencia. Hasta ayer, la sociedad catalana parecía entender esa política. CiU ganó las recientes elecciones municipales. La atmósfera, sin embargo, está cambiando. La cadencia de los ajustes no se está explicando bien y una huelga de médicos no será una broma. Catalunya debe de ser el único país de Europa donde en vísperas de un gran debate parlamentario, el ministro de Bienestar Social deja caer que retrasará dos meses el pago a las residencias de ancianos. A los especialistas del Govern de Mas les falta inteligencia táctica. Son buenos en su materia, pero no conocen la política. Va a haber ruido en la calle. Los sindicatos están en marcha y el 15-M necesita regresar con fuerza. Necesita afirmarse. Pronostico que en los próximos cincuenta días Barcelona será el epicentro de la protesta social en España. El PSOE ya ha definido su estrategia y Rubalcaba fue ayer muy claro: "¡No me voy a dejar ganar!" Sibilino, enarboló la bandera de la sanidad y en ningún momento citó a CiU. Catalunya, piedra de toque de la inminente campaña electoral. LA VANGUARDIA. 3-10-2011

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