SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La Banca cuestiona la elección de tasadoras extranjeras

La Banca española está muy molesta con todo el proceso de saneamiento financiero, impulsado por exigencia de Bruselas, el FMI y el BCE, y especialmente con la más que probable elección de las tasadoras Black Rock y Oliver Wyman para auditar todos los créditos y las garantías, sobre todo inmobiliarias, que los soportan. Los cuarteles generales de las entidades financieras de país son un hervidero de trabajo y malestar por los continuos cambios regulatorios que implican saneamientos inacabables a los que ahora se suma un previsible cambio de metodología para valorar los activos en balance. Una modificación que alguno considera una intervención de facto del sistema financiero español y de la economía española. De hecho, Black Rock fue el valorador de los activos de la banca irlandesa y griega hace unos meses por imposición comunitaria, hecho que sitúa a las entidades financieras españolas en el mismo plano que los bancos de esos dos países intervenidos.

La convicción del sector, según fuentes solventes, es que estos valoradores aplicarán la metodología anglosajona a la hora de analizar los activos del ladrillo, de la que se derivan tasaciones más bajas que las aplicadas en España. Es lo que quería el FMI y previsiblemente el BCE.

Las críticas de los bancos se centran en que además de regirse por criterios técnicos distintos, estas firmas desconocen el funcionamiento financiero, fiscal y sociológico del país a la hora de ahorrar e invertir. Súmese a esto el poco tiempo que se les va a dar para analizar un activo de casi tres billones de euros, y el resultado es una incertidumbre máxima sobre cómo puede abordarse el proceso con garantías.

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