Cómic

La ascensión del Gran Mal

Siete años y seis tomos, es lo que necesitó Pierre-Franí§ois Beauchard, más conocido como David B., para terminar esta obra maestra, que ahora llega a nuestro paí­s en un solo volumen recopilado en exclusiva por la editorial Sins Entido. Pierre-Franí§ois tení­a 5 años cuando vio a su hermano morir por primera vez. Y resucitó «milagrosamente» para «volver a morir, al menos tres veces al dí­a», relata. Su hermano, dos años mayor, sufrí­a y aún sufre crisis de epilepsia que cambiaron la vida de su familia para siempre. Esa fue la primera vez que la violencia irrumpió en su vida, y aquella violencia inspiró lo que terminó siendo una obra de referencia mundial de la novela gráfica.

Desde que salió el rimer volumen en 1996, cada entrega de esta obra maestra es aplaudida con elogios y premios. David B. (1959, Nîmes, Francia) figura entre los más grandes, junto a Will Eisner, Robert Crumb o Art Spiegelman, por contar su vida en una autobiografía gráfica. Aunque no es sólo la suya, sino también la de su hermano y el relato de su enfermedad. David B. teje a través de la historieta puentes entre la realidad y la imaginación, un mundo fantástico desde el que pretendía ayudar a su hermano a superar la dolencia, de origen desconocido. Con sus ojos de niño, David B. representa lo que no entendía: la epilepsia es "un dragón que devoraba a Jean-Christophe; era algo monstruoso".Aunque, en realidad, para David B. los monstruos son los otros, los que pretenden salvarle, los médicos y otros gurús que sus padres consultaron. El dibujante les define magistralmente en un momento del cómic: "La casa es un circo. Artistas de lo irracional vienen y hacen su espectáculo". Los monstruos fantásticos aparecen cuando se enfrenta a la enfermedad y en ellos llega a manifestarse el mismísimo Führer. David B. dibuja a las víctimas del Holocausto cayendo al vacío, como cuando su hermano padece una crisis. Es el Mal, el absoluto, lo que no se entiende. Hay cada vez más víctimas, hay cada vez más crisis y el autor descubre que detrás de la epilepsia de su hermano, "también está la epilepsia del mundo".En el aspecto gráfico, David B. maneja como nadie en esta obra los contrastes entre el blanco y el negro, fiel defensor del dibujo con líneas rectas, sin preocuparse por respetar la realidad, y sumido por completo en la representación de esa “monstruosidad”. El volumen publicado en español cuenta con el aliciente de ser la única edición en la que la obra aparece íntegra, algo que esta resultando imposible en Francia, ya que los derechos están en plena batalla entre las dos editoriales que publicaron la serie.

Deja una respuesta