Cargando...La agricultura ya produce cierto enfriamiento, debido a que refleja más luz solar hacia el espacio que la vegetación natural. Si a eso le añadimos que diferentes variedades de una misma especie «reflejan» más luz solar al espacio que otras, el efecto refrigerante será mayor. Al tratarse de una industria global, este efecto podría aplicarse a todo el mundo.
El equio investigador de la Universidad de Bristol evaluó el efecto refrigerante de la agricultura tomando como base las variedades actuales de cultivos, llegando a la conclusión de que en verano la temperatura podría descender hasta 1 grado Celsius en Europa y América del Norte.Al tratarse de un plan a escala planetaria, hay que tener en cuenta una serie de factores, como por ejemplo no hacer desaparecer el resto de especies vegetales que no resulten útiles para este plan. La pérdida de biodiversidad es extremadamente perjudicial para los ecosistemas y se incrementa el riesgo de sufrir desequilibrios catastróficos.Al contrario que con la producción de biocombustibles, este plan no perjudicaría la seguridad alimentaria, pues se propone para este proyecto la utilización de las variedades más reflectivas de la misma especie, en lugar de cambiar el tipo de cultivo.No obstante, nunca hay que ver a la “agricultura refrigerante” como la única alternativa a la reducción de dióxido de carbono, sino como una medida de emergencia para reducir un mal mayor.