Entre los informes de los conselleries del Ejecutivo catalán figuran, por ejemplo, uno encargado a una agencia de detectives sobre la avellana (30 mil euros), uno sobre la ventilación natural de patios, otro del el murciélago Nana, un diseño de parchís o un puzzle de una casita de cartón recortable.
En la investigación que cursa la Fiscalía se ha encontrado que conselleries del PSC, ICV y ERC, los tres artidos del Govern, habrían otorgado la elaboración de 1.583 informes, por un valor no superior en la mayoría de los casos a 12.000 euros cada uno (para poder eludir el concurso público).En esto invierten, por ejemplo, las multas de tráfico, las que ponen a los comercios por no tener la carta en catalán…¿Malversación de fondos? No. La burguesía burocrática catalana sostiene una gruesa trama política y una tupida red clientelar. ¿Una práctica puntual o coyuntural? No. Según la investigación, la Generalitat lleva al menos 10 años sin justificar todos los informes que encarga. Desde Pujol y que continúa con Montilla, quien además -en plena crisis- dispara los presupuestos de “gastos de personal”. Aunque hay otras en la competencia, la burguesía burocrática catalana gana puntos para convertirse en el la administración más podrida de España.