El Observatorio

La abstención de Cataluña

Ningún medio de España o de Cataluña ha dejado de hacer notar, con gesto de extrañeza, el hecho a todas luces paradójico de que Cataluña, que siempre ha presumido de ser la región «más europea» de España, es cambio donde se ha dado una de las más altas tasas de abstención, no ya de España, sino de toda Europa. Sin embargo, nadie ahonda en las razones de fondo de esa paradoja. Como mucho, algunos atribulados repiten la cantinela de «que sí­, es muy preocupante» y otros, como huyendo de un incendio, dicen que «habrá que estudiarlo a fondo más adelante». Lo mismo dijeron cuando se produjo una tasa similar de abstención en las votaciones sobre el nuevo Estatut. ¿Qué está pasando en Cataluña?

El domingo 7 de junio acudieron a votar en Extremadura el 51,52% de los electores, en Castilla La Mancha el 52,16%, en la Comunidad Valenciana el 53,42 y en Cataluña el 37,57%. ¿Quiere esto decir que los extremeños y los manchegos se han hecho mucho más euroeístas que los catalanes o que éstos han dejado de serlo en mayor proporción que los demás? ¿Cataluña está dando la espalda a Europa? No creo que se trate de eso, aunque de todo hay. El desinterés por Europa es cada vez más general por doquier, incluso entre quienes más empeño pusieron en el pasado por levantarla. Pero, a mi juicio, el elevado abstencionismo que se está produciendo en Cataluña, de los últimos años acá, y que lo mismo se manifestó en el referéndum del Estatut, como en las últimas elecciones autonómicas o en las elecciones generales del año pasado, obedece a otras causas, a causas fundamentalmente internas. Es un rechazo sordo e inarticulado, pero persistente, contra el régimen nacionalista implantado por la burguesía catalana, con el respaldo conjunto y sin fisuras de todas sus familias "políticas": desde Convergencia y Esquerra Republicana al PSC e IC. Este régimen y sus políticas de "nacionalismo obligatorio" están provocando una actitud de rechazo cada vez más hondo, y que al no tener ningún cauce "aceptable" por el que canalizarse (la gente no ve, con buen criterio, al PP como esa alternativa, y "Ciudadanos" ha acabado como ha acabado) está cavando cada vez más el pozo de la abstención. Cada vez que el "régimen" da una nueva vuelta de tuerca en su proyecto (por ejemplo, la reciente ley de educación catalana, que prácticamente abole el castellano de las escuelas) automáticamente aumenta la abstención. Cada nueva dosis de nacionalismo, menos respaldo al régimen, en forma de abstención. Como ese rechazo, persistente y creciente, no tiene, por así decirlo, "voz", las distintas fuerzas del régimen intentan esquivar su realidad y atribuirlo a las razones más peregrinas, para mientras tanto, continuar a lo suyo. De hecho, lo que se está construyendo en Cataluña tiene el apoyo de sólo un tercio de la población. ¿Hasta cuándo podrá durar esta farsa? ¿Podrá mantenerse indefinidamente? ¿Puede ser estable un régimen así, sí, con cuatro patas, pero con el apoyo de sólo un tercio de la gente? El Estatut lo votó solamente un 36% de la población. Ayer votó sólo un 37%. El "régimen" nacionalista es minoritario en Cataluña y la mayoría de la población no lo quiere. Est

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