Los jueces contra el Gobierno

Justicia justa para los ciudadanos

A la hora de redacción de este artí­culo, el Ministerio de Justicia habí­a convocado a los representantes de los jueces, mediante un escrito a las cuatro asociaciones judiciales (Asociación Profesional de la Magistratura, Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, Jueces por la Democracia y Foro Judicial Independiente), para una reunión urgente con el objetivo de analizar el contenido del «documento reivindicativo» de la carrera judicial, presentado y difundido por tales asociaciones el pasado lunes; y que convocaba a un acto de protesta el próximo 18 de febrero para expresar el malestar existente entre la mayorí­a de los jueces representados a través de las cuatro asociaciones en las que están integrados un gran número de jueces.

Este movimiento conciliador del ministro Mariano Fernández Bermejo viene a continuación de sucesivas declaraciones suyas contra la movilización de los jueces calificando de "olíticamente inadmisible" que "quienes detentan un poder amenacen con ponerse en huelga" porque considera que los jueces "no pueden ponerse en huelga" como parte del poder del Estado, no pueden permitirse ese "lujo", porque es una "traición" al mandato de los ciudadanos; y, finalmente, ha dejado caer que realmente lo que está "flotando" es el denominado ‘caso Tirado’ en referencia al juez sancionado por no ejecutar la sentencia que condenaba al presunto autor de la muerte de la niña Mari Luz Cortés.El objetivo obvio de Bermejo es enfrentar a los jueces con los ciudadanos de a pie. Pero veamos los hechos. ¿Qué problemas tiene la justicia en España? Viejas y malas instalaciones donde se amontonan los expedientes fuera de los necesarios archivos; un sistema informático obsoleto; unos programas informáticos en las distintas autonomías incompatibles entre sí; falta de funcionarios judiciales suficientes, secretarios judiciales desbordados, escasez de jueces. ¿Y los ciudadanos, qué demandan? Hace falta una justicia eficaz, modernizada en su funcionamiento, con los recursos económicos y humanos necesarios para que cumpla su papel. Una justicia independiente de los poderes políticos. Una justicia única en toda España que no se despiece en diecisiete justicias.¿Y qué piden los jueces? Piden una nueva oficina judicial. Es decir, un incremento de órganos judiciales y una mejora del trabajo en los juzgados. Si las movilizaciones de los jueces se centran en estos objetivos, que les unen a los ciudadanos de a pie, y no en intereses corporativistas ajenos al interés general, contarán con el apoyo popular.

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