Zapatero pone en marcha el segundo plan de rescate de la banca

Juntas de verdad contra la crisis

Si no hay una movilización popular y social contra la crisis la oligarquí­a financiera, con Botí­n al frente, y el gobierno que le sirve van a imponer una transición a la crisis dramática para la inmensa mayorí­a de la población. Puede sonar duro pero es la ley que define la situación.

Trichet, el residente del Banco Central Europeo se suma a la lista de quienes reclaman para nuestro país despidos más baratos y rebaja de salarios y pensiones. La llegada de turistas extranjeros cayó un 12% en el primer trimestre del año. Son las últimas declaraciones y el último dato conocido de la crisis, que afecta, después de lo que ha sido la construcción en los últimos quince años, a la principal “industria” del país, y que anuncia un auténtico terremoto para después del verano.Todo apunta que cuando pasen las vacaciones la situación va a empezar a entrar en su fase más dura. Camino ya de superar los cuatro millones de parados. Y una agudización de la crisis financiera con la consiguiente parálisis aún mayor del crédito para familias, autónomos y pymes.El gobierno de Zapatero ya está dejando claro que se ha instalado en la confusión y el engaño. Confusión porque sigue empeñado en camuflar la situación para ganar tiempo y hacer pasar su política. De nuevo Zapatero dice “que lo peor de la crisis ha pasado ya” tratando de que el país y las fuerzas sociales y sindicales bajen la guardia y callen a la espera de su enésima promesa de que todo va a cambiar.Engaño porque pretende hacernos creer que la política que aplica contra la crisis es para favorecer a las clases trabajadoras, cuando lo que aplica es una política doble: mientras con la mano derecha entrega (bajo la forma de planes de rescate) los recursos del país a la banca, multinacionales y grandes monopolios como las eléctricas, con la izquierda juega a la demagogia con algunas medidas populistas. Así dice que no abaratará el despido mientras permite miles de ERE donde se ejecuta un despido temporal real de miles de trabajadores. Permite los abusos de la banca con los créditos. O sube los impuestos indirectos, como las gasolinas, un auténtico “impuesto revolucionario” sobre la mayoría de las clases populares.Frente a esta situación cada día es más apremiante la agrupación de los diferentes sectores populares para luchar contra la crisis, con el objetivo de crear un movimiento popular capaz de crear las condiciones para imponer otra salida a la crisis.Un movimiento extendido por barrios, pueblos, polígonos, centros de trabajo o centros de estudio… Entre los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes o los parados… Con participación de las organizaciones profesionales, sindicatos o ciudadanas de cualquier tipo… Que integre a todos los sectores sociales, desde la clase obrera a los autónomos, pequeños empresarios, estudiantes o familias…Un movimiento “de verdad contra la crisis” que difunda ampliamente entre la población que Sí, es posible, salir de la crisis y acabar con el paro en base a un programa basado en una serie de puntos fundamentales como:-Redistribuir la riqueza, para que ningún asalariado o pensionista cobre menos de 1.000 euros, y nadie gane más de 10.000.-Poner el dinero público de los planes de rescate directamente al servicio de las pymes, autónomos y familias.-Ahorrar, al menos entre un 10% y un 20% en los gastos del Estado, frenando el despilfarro y la corrupción, para dedicarlo a la inversión productiva y la mejora de los gastos sociales.-Garantizar la protección de todos los parados.-Cambiar el modelo productivo, invirtiendo en I+D+i y en la economía productiva.Las “Juntas de verdad contra la crisis” no sólo son una alternativa justa para hacer frente a la crisis más grave del último siglo, son absolutamente necesarias.

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