Se les juzga por la desaparición de dos monjas francesas y otros delitos de lesa humanidad, cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983) en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), antiguo centro de detención y torturas.
El Ángel de la muerte es el resonsable del asesinato en 1977 de las tres fundadoras de las Madres de la Plaza de Mayo: Azucena Villaflor, Esther Ballestrino de Careaga y María de Ponce. Alfredo Astiz se hizo pasar por hijo de desaparecidos para infiltrarse en el movimiento. Las Madres son un referente en Argentina e Iberoamérica y un ejemplo seguido por la lucha contra la impunidad en todo el mundo. Además del destituido capitán Astiz, en este mismo proceso se juzgarán otros 17 acusados represores. Entre los cargos de los implicados está la privación ilegítima de libertad, la aplicación de tormentos en centenares de casos, homicidios y desaparición forzada de personas. Avanza imparable el fin de la impunidad en Argentina tras la derogación que las leyes de punto final que eximían de sus delios a los mandos y ejecutores de la dictadura responsables de la desaparición de 30 mil personas. Hay que llegar hasta los últimos responsables, incluidos a quienes dieron cobertura a la dictadura Argentina desde Washington y Paris. Una cobertura gracias a la que pudo existir, imponerse y llegar tan lejos.