Música

José González

Como el lamento de los bosques frondosos de Ví¤sterbotten y un hilo de sonrisas pí­caras. Así­ suena el manto musical sueco; el folk persistente de Ranarim, Olle Nyman o Huldreslat. Pero de la necesidad dos polos se aúnan, uno emigra y el otro consiente. José González ha encandilado a referentes como Amaral o emergentes como Russian Red, poniéndolas a pie de escenario. Cantautor sueco de padres argentinos exhibió sus «cuatro cosas» en Barcelona, Málaga y Madrid, coincidiendo con la gala de la XIII edición de los Premios de la SGAE.

Jao Gilberto, Caetano Veloso, Mercedes Sosa, Silvio Rodríguez&helli; decoraron las mañanas de limpieza familiar en su casa natal de Gotemburgo. Cargado con todo este equipaje, José González empezó a producir música con los pies.“Cuatro cosas” es lo que necesita para hacer música – minimalista le llaman -, y su inspiración folk del movimiento contra la Guerra de Vietnam es evidente y explícita. Pero la mixtura en este caso no es dominantemente hispana, sino sueca.La digitación en tintineo es inconfundiblemente de Silvio – como cuando se aprende por imitación -, ahora bien, sería un terrible error dejarse llevar por el gustoso mestizaje y obviar el poso que mezcles con lo que mezcles el café siempre queda. Y lo es casi más que los que solo bebieron de las fuentes de Odín.No hay más que escuchar “Teardrop” y, a continuación tantear algunos temas de Väsen e, incluso, Sigür Ros; la profundidad que se percibe despistada por el apelotonamiento de dos o tres detalles que se repiten creando entonces la sensación. Evoca filtros verdes, nublados y efectos de película de los años 20… convence sin llamar la atención. Vence sin batalla, a la sueca.José González incorpora además una novedad: no quiere saber nada del amor. Le interesan más “todos los demás aspectos” – ¿pero es que hay algo más? -. Sin embargo está bien que lo diga y que lo componga, por la huida de la melosidad que impregna una parte importante de las producciones musicales de la tercera exportadora mundial de música – por detrás de Gran Bretaña y EEUU -. Y realmente no habla de otra cosaQuizás sus primeras composiciones tipo sketch pecaban de voluntad cristalizadora y minimalista; se puede decir todo en cuatro palabras, a lo “haiku”. Fue un acierto elaborar y dejar macerar las letras en remojo melódico. Como “In Our Nature”:Deja la Espada / Envía tus perros a casa / Abre tus puertas / Baja la guardia / Es nuestra naturaleza / Deja tu pistola / Ignora la alarma / Abre tu corazón / Baja la guardia / Es nuestra naturaleza.No dice más. Pero si se pudiera arrancar cada frase y saborearla, toda la canción sabría en ella.

Deja una respuesta