La lí­nea polí­tica de Cayo Lara, nuevo coordinador de IU

IU, una fuerza necesaria contra la crisis

IU es una fuerza necesaria contra la crisis. Independientemente de la valoración sobre la lí­nea polí­tica seguida durante el liderazgo de Llamazares, en IU siguen agrupándose valiosos luchadores, y recoge el voto de un millón de personas de izquierdas. Por eso, desde los intereses de conjunto del pueblo, es importante que el nuevo coordinador general, Cayo Lara, se desmarcara, al anunciar las lí­neas maestras de la actividad polí­tica para el próximo año, de dos de los puntos que bajo la dirección de Llamazares más han alejado a IU del sentir y la voluntad de los trabajadores españoles.

Exigiendo rimero que “el nuevo modelo de financiación no acabe con la cohesión en España”. La historia de lucha de la clase obrera nos enseña que la unidad es una premisa para defender nuestros intereses, mientras que quienes pretenden dominarnos azuzan nuestra división y fragmentación. Pero durante los últimos años, IU -y Madrazo, monaguillo del gobierno nazifascista de Ibarretxe es el ejemplo más sangrante- ha comulgado con la disgregación. Es importante que Cayo Lara, desde el máximo puesto de dirección de IU, haya reivindicado la defensa de la cohesión nacional como una bandera de izquierdas. El nuevo coordinador de IU también ha dado por terminado “el tiempo del talante y el buen rollito ZP. Tenemos 6.000 parados más cada día, 100.000 expedientes de desahucio, las pensiones por debajo de la media de la UE… 2008 ha sido el año de cero Zapatero”. IU ha mantenido un seguidismo absoluto hacia el gobierno de Zapatero, que, cabe recordarlo, ha sido sistemáticamente respaldado por Emilio Botín. En un momento donde se pretende cargar la factura de la crisis sobre las espaldas del pueblo trabajador, IU debe poner todos sus poderes al servicio de levantar una alternativa popular contra la crisis, inevitablemente enfrentada a un gobierno de Zapatero empeñado en rescatar a la gran banca. Pero esa alternativa popular no puede descansar -como ha propuesto Cayo Lara- sobre el “intervencionismo estatal” y el establecimiento de “una banca pública”. Principalmente porque esas recetas ya las están aplicando las principales burguesías del planeta. Bush ha convertido el Citigroup, tras una masiva intervención estatal, en un banco semipúblico, y ha impulsado un frenético intervencionismo para proteger los intereses de la burguesía norteamericana. La salida a la crisis favorable a los trabajadores no va a llegar de la mano del Estado -en manos hoy en día de la banca y los grandes monopolios-, sino de la unidad, organización y movilización popular.

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