Netanyahu dice que no devolverá a Siria el territorio conquistado.

«Israel no se retirará de los Altos del Golán»

«Permanecer en el Golán garantizará a Israel una ventaja estratégica en caso de conflicto militar con Siria», declaró el primer ministro israelí­ a los medios de comunicación hace unos dí­as, y añadió de forma categórica que Israel «no se retirará de los Altos del Golán». Se trata de una zona de alto valor estratégico perteneciente a Siria pero ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Dí­as en 1967. Damasco exige por parte de Tel Aviv una declaración de intenciones de retirarse de los Altos del Golán como base mí­nima para continuar las conversaciones de paz, rotas tras la guerra de Gaza.

Cuatro décadas de tensiones y escaramuzas fronterizas han asado desde la guerra de los Seis Días, en la que tras una inicial victoria y avance de las fuerzas sirias, el ejército israelí hizo retroceder, conquistando y asentándose en los Altos del Golán. Israel firmó la paz con Egipto en 1979, y con Jordania en 1994 bajo auspicios de Clinton, pero con Siria nunca. La última ocasión, aunque tampoco prometía grandes expectativas, fue el año pasado. Bajo mediación turca, la administración Olmert y el régimen de Bachir el-Asad comenzaron a conversar de forma indirecta en mayo. El diálogo acabo de forma abrupta con la ofensiva de Gaza. Netanyahu pretende retomar las conversaciones, seguramente más por presión de Washington –que ha enviado a emisarios a Damasco dos veces en lo que va de año- que por iniciativa propia. Pero he aquí que ha dejado la marca de la casa. Damasco pone como condición previa al diálogo un gesto de buena voluntad, una declaración de intenciones de que Israel se compromete a devolver los Altos del Golán en un proceso de negociación. Ni eso. El líder del Likud no acepta condiciones previas.Estas declaraciones se producen en la víspera de la visita de Netanyahu a la localidad egipcia de Sharm el Sheij, donde celebrará su primera reunión con el presidente egipcio, Hosni Mubarak Y aunque no está confirmado, se habla de una visita a Jordania la semana próxima, donde se entrevistaría con el rey Abdalá II. Las visitas han sido criticadas por representantes de Hamás, que consideran "desafortunado" que Egipto y probablemente Jordania den "cobertura al enemigo para que continúe su política de agresión". Es inaceptable, dice Musier al-Masri, diputado de Hamás en Gaza, que Netanyahu "sea bienvenido en capitales árabes", pese a que "niega todos los derechos palestinos y no cree en el lenguaje de la paz". Los islamistas piden a los estados árabes que "presionen al Gobierno sionista extremista" y "apoyen al pueblo palestino".Las declaraciones de Netanyahu a buen seguro están siendo seguidas de cerca por Washington, a unos días de la visita del líder israelí a la Casa Blanca, prevista para el 17 de mayo. Ayer se hizo público que asesores próximos a Obama se han estado reuniendo con los líderes de la mayoría demócrata en el congreso para prepara el escenario para un más que eventual enfrentamiento diplomático entre Washington y Tel Aviv.

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