Chávez pregunta a quién le interesa el ataque a la sinagoga

Israel acusa a Chávez de antisemita.

La táctica -idéntica en las autoridades de Tel Aviv, los grupos de presión de EEUU y los medios de comunicación afines- de desacreditar como «antisemita» a aquellos que han alzado su voz contra la masacre de Gaza se centra ahora en Venezuela, uno de los paí­ses que más contundentemente han denunciado a Israel, llegando a romper sus relaciones diplomáticas. Israel condenó ayer con dureza la profanación de la principal sinagoga de Caracas y acusó a las autoridades venezolanas de instigar el ataque.

"Creemos que este ataque es condenable e inacetable y pensamos que este tipo de violencia sólo puede ocurrir en Venezuela con el beneplácito de las autoridades al más alto nivel del Estado", dijo ayer el portavoz del Ministerio de Exteriores. Representantes de la comunidad israelí en la capital venezolana denunciaron que un grupo de desconocidos penetró la madrugada del sábado en la principal sinagoga de Caracas, destrozó objetos propios del culto judío e hizo pintadas con lemas contra Israel. El grupo, integrado por unas 15 personas, que según los denunciantes estaba "fuertemente armado", sometió a los vigilantes del recinto y permaneció dentro de la sinagoga más de cuatro horas. El ataque a la sinagoga ha sido repudiado tajantemente por todos los sectores sociales y políticos de Venezuela, incluido el Partido Socialista Unido de Venezuela. Hugo Chávez sugirió ayer mismo que detrás del vandálico ataque del sábado contra una sinagoga de Caracas hay sectores radicales de la oposición vinculados a la oligarquía. “Son ellos mismos. Así lo digo al país y haremos todo lo que esté en nuestras manos, dentro del marco de la ley, para demostrar las causas verdaderas de estos hechos”. Chávez, que condenó el ataque, se mostró seguro de que fue "fabricado en un laboratorio" para perturbar el clima político del país ante el referendo sobre la reforma constitucional que se celebrará el 15 de febrero y añadió que el asalto a la sinagoga "no beneficia ni al gobierno, ni al pueblo, ni a la revolución. Hay que preguntarse a quién benefician esos hechos violentos y por qué, de inmediato, acusan al Gobierno". Otro dirigente chavista, el embajador Roy Chaderton, denunció que en las concentraciones de protesta de las últimas semanas ante la embajada de Israel la televisión había enfocado claramente carteles solitarios de marcado carácter antisemita: `Condenamos a Hitler por no haber concluido su obra de exterminio… ´El diplomático se mostró indignado y mostró la determinación del movimiento bolivariano por “expulsar como un cuerpo extraño” este tipo de injerencias “ajenas al compromiso chavista por la libertad, la democracia, la igualdad y la justicia social”. Chaderton afirmó tajantemente que el movimiento revolucionario en Venezuela es radicalmente anti-nazi y pro-judío.

Deja una respuesta