El Círculo de Empresarios nos tiene acostumbrados a plantear propuestas en materia de relaciones laborales irritantes, pero la dada a conocer en las últimas horas por su presidenta, Mónica Oriol, resulta incluso incompatible con el sistema democrático del que nos hemos dotado los españoles. Tiene razón Comisiones Obreras al recordarle que pagar sueldos por debajo del salario mínimo, abaratar más el despido, rebajar las cotizaciones sociales o restar protagonismo a los sindicatos son propuestas incompatibles con las más elementales exigencias de un sistema democrático que reconoce el derecho de los ciudadanos a una vida digna.
En Francia se ha producido una oleada de rechazos a la sugerencia del actual presidente de la patronal, Pierre Gattaz, de rebajar el salario mínimo a los jóvenes. Una de las reacciones más violentas la ha tenido la que fuera durante siete años presidenta de la patronal gala, Laurence Parisot, quien calificó hace unos días de esclavismo e indecencia la propuesta de su sucesor. Pero donde la idea de introducir un salario mínimo transitorio por debajo de los niveles actuales destinado a los jóvenes con el objetivo de que entren en el mercado laboral ha provocado una ola de indignación sobre todo en los sindicatos.
Además de las advertencias que han realizado de que no lo tolerarán, han insistido en recordar que hasta en EEUU, el paradigma de la economía liberal, de donde parece sacar sus modelos la señora Oriol, mantienen un mismo salario mínimo que los demócratas han propuesto a principios de año incrementar en un 39 por ciento. Formaba parte de la campaña electoral de Obama en el 2008. Idea que recuperó en febrero de 2013 cuando anunció que la subida sería del 20 %. El objetivo era reactivar la economía a través del consumo.
En la actualidad el salario mínimo en Estados Unidos es uno de los más bajos del mundo desarrollado, según un estudio de la Universidad de Massachussets. La propuesta que estudian los demócratas es aumentarlos desde los 7,25 dólares actuales la hora, hasta los 10,10 dólares. De aprobarla la administración Obama se verían afectados favorablemente unos 30 millones de norteamericanos.
Se entiende todavía menos desde un punto racional el empeño de la señora Oriol de seguir abaratando el despido en España. Ese ya no es el problema. En la actualidad en España se puede contratar por horas, días, semanas, meses, a tiempo parcial, por obra. Todos ellos son trabajos que conllevan una indemnización mínima. Pero claro, el Círculo le pagará para que reclame los menores costes sociales para sus empleados.
Choca este empeño de algunos lobbistas en seguir reduciendo los beneficios sociales y laborales de los trabajadores. Pareciera que están empeñados en generar reacciones violentas de la clase trabajadora. Resulta toda una provocación oírla decir que el sistema en lugar de estimular va en contra de la motivación y que en la actualidad un millón de personas con cero cualificación tienen un salario mínimo «y te obligan a pagarles aunque no valgan para nada».
Por favor, y ¿qué nos dice Vd. de los selectos súper cualificados directivos del sistema financiero español que sin premiarles con el salario mínimo interprofesional nos han dejado una agujero que nos va a costar a todos los españoles más de 100.000 millones de euros?
Menos mal que se prodiga poco la señora Oriol. De ser más conocida le podría ocurrir como al presidente del empresariado francés, Pierre Gattaz, del que los medios de comunicación galos destacan de forma unánime que incluso supera en impopularidad al presidente de la República Francesa, François Hollande.
¿Por qué en vez de preocuparse tanto por recortar salarios y derechos a los trabajadores no piensa más la presidenta del Círculo de Empresarios en que sus representados remuneren de forma digna a los trabajadores? ¿Cuantas Elenas Poniatoskas más necesitamos entre nosotros y cuantas Oriol nos sobran?