¿Década irresponsable o 25 años de robo y trasvase de riqueza? Ahora Merkel dice en el Bundestag que España está pagando el precio de «la burbuja inmobiliaria» y de «una década de gestión irresponsable». Pero, sin negar su existencia, ¿son sólo ellas las que nos ha traído hasta aquí? ¿Está Berlín libre de culpa?
Si uno se toma la molestia de hacer las cuentas, las conclusiones son muy distintas. En primer lugar, las leoninas condiciones de integración en la UE impuestas por la burguesía monopolista del eje franco-alemán, devastando el tejido productivo industrial, liquidando una parte sustancial de él, y otra parte entregada a precio de saldo a los monopolios rivales europeos. «Lo que hemos sufrido es un implacable saqueo de las riquezas españolas por parte de Berlín, esta es la raíz de todos los problemas»
Para Merkel, regalar SEAT, la joya de la corona de la industria automotriz española, a Volkswagen por una peseta no es irresponsabilidad, sino eficiencia.
¿Y que decir del auténtico proceso de robo y depredación que ha supuesto el euro, una moneda única de la que participan 17 países, pero en el que sólo uno, Alemania, tiene la potestad de decidir a través del control que el Bundesbank ejerce sobre el Banco Central Europeo?
Gracias a él, Berlín ha podido disfrutar de unos tipos de interés enormemente bajos, que conducían a la inflación, la pérdida de competitividad y el excesivo endeudamiento de los países de la periferia europea, pero que permitían a Alemania dar salida a sus excedentes y convertir la zona euro en un mercado cautivo para sus exportaciones de mercancías y de capital.
Primero exijo que te desindustrialices, luego te ofrezco mis mercancías, y si no tienes bastante dinero para comprarlas, no importa, tus bancos se endeudan con los míos y así podrás comprar mis productos. Diez años después, tú eres un irresponsable y yo un dechado de virtudes que reclamo el poder para pasar a intervenir tu país y dirigir tu economía.
Un negocio tan redondo para Berlín como ruinoso para los demás.