Música

Irán, Persia, Música y Mujer

El grupo iraní­ Mehr está de gira. Siete mujeres potadoras de una sabidurí­a milenaria se han lanzado a un nuevo público, hombres y mujeres. En Irán, con la revolución islámica de enero y el referéndum de marzo del 1979, vino la independencia de las dos superpotencias – EEUU y la URSS -; éste es uno de los acontecimientos de más relevancia del siglo XX y que precede siempre al nombre de Irán. El otro, el integrismo religioso, los derechos y libertades de sectores oprimidos como el de las mujeres. Mehr solo puede actuar ante mujeres en Irán, pero ahora nos ofrece la oportunidad de conocer la profundidad de la música persa, una civilización que aspiró a ser «universal» y que se desintegró polí­ticamente bajo el inconmensurable Alejandro Magno. El mundo entero reside en Persia.

Siete modos reales (Khosravani), treinta modos derivados (Lahn) y trescientas sesenta melodías (Dastan). Este es el más antiguo sistema musical del Medio Oriente del cual aun existen trazos. Con la invasión árabe, en el 650 a.C., el islam integra y se nutre de la música ersa hasta el punto de convertirla en el centro musical del oriente islámico.La música tradicional iraní está basada en el Radif, una colección de Viejas melodías transmitidas oralmente por maestros y alumnos. Con el tiempo, cada maestro tiene su propia forma de interpretación y añade nuevas melodías a esta colección, que podrán llevar el nombre del maestro.El más antiguo radíf conservado es el de los maestro Mirzá Abdolláh y Aghá Hosseín Gholí. Mientras que los primeros estudiosos en incorporar el radíf a notación musical fueron Salhar Moazzéz (discípulo y sucesor de Alfred Lemaire), Mehdí Gholí Hedayat y Alí Naghí Vaizirí. La improvisación – aunque no entendida como en occidente – es el alma de la música, las variaciones sobre partes del radif se comprenden como el aura de cada pieza, la libertad del intérprete.La música iraní transciende e impregna integrando todo lo que respira. Suele pasar al argur de la corriente mestiza que es desde siempre aunque parezca reciente. Pero especialmente la cultura persa y también el mundo árabe se han caracterizado por respetar e integrar aquellos mundos que han adoptado o colonizado, según el caso.Puede verse en la música de Samim o de Shahin & Sepehr, por tocar el dance y el Nu-jazz en dos polos opuestos.Pero cuando se escucha maravillas como las que nos ofrecen las siete artistas de Mehr puede comprenderse algo esencial de una estructura que se diluye positivamente en la nueva música. Una médula compleja en su composición teórico-filosófica y matemática.A esto hay que añadirle la profunda sensibilidad del grupo iraní: “No podemos cambiar las cosas, pero podemos actuar”. En este caso un hecho tan sencillo como el de un concierto ante “hombres y mujeres” cuadriplica su significado: Irán, Persia, Música y Mujer

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