Londres convoca una reunión de urgencia de la UE

Irán detiene a ocho empleados de la embajada británica

La tensión entre Teherán y las potencias occidentales tras los incidentes de las últimas semanas, lejos de aminorar, tiende a acrecentarse. El régimen iraní­ ha colocado en el centro de sus iras a Londres, al que acusa de haber llevado una labor subversiva y desestabilizadora antes y durante las recientes movilizaciones. Después de la expulsión del embajador ingles y su segundo de Teherán -lo que ha sido replicado por Reino Unido con idéntica medida- las autoridades iraní­es detení­an ayer a ocho miembros de la delegación diplomática británica, acusados de participar y de impulsar las protestas. Cinco de ellos ya han sido puestos en libertad.

Las detenciones han levantado las airadas rotestas del gobierno de Gordon Brown. El ministro de exteriores británico, David Milliband, ha manifestado que se trata de “un acoso y una intimidación completamente inaceptable". "La idea de que la Embajada británica está de alguna forma detrás de las manifestaciones y las protestas que han tenido lugar en Teherán en las últimas semanas es completamente infundada", protestó Milliband, y exigió su inmediata liberación. A iniciativa inglesa, la UE ha convocado a una reunión de urgencia en Corfú para tratar la situación en Irán y fijar una posición común.La policía iraní detuvo a los ocho miembros de la embajada británica bajo la acusación de tener "un papel activo en provocar los reciente disturbios". Después de que cinco de ellos fueran puestos en libertad, el ministro de Inteligencia, Gholam Husein Mohseni Ejei, afirmó que "los empleados fueron enviados por la propia legación británica a las marchas para recopilar información e inculcar ciertas ideas a los manifestantes y a la sociedad", y acusó a la embajada británica de desempeñar “un papel crucial en los recientes disturbios a través de los medios de comunicación, pero también de su plantilla".Pero además de la detención del personal de la embajada, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, volvió a arremeter contra los líderes occidentales. "Algunos responsables estadounidenses y europeos, con sus palabras idiotas sobre Irán, hablan como si ellos mismos no tuvieran problemas y que sólo Irán es el tema”, dijo Jamenei acusándolos de querer inmiscuirse en los asuntos iraníes.Independientemente de la veracidad o no de las acusaciones de espionaje y subversión lanzadas por las autoridades iraníes sobre las embajadas occidentales, estas declaraciones muestran la posición de la línea Ahmadinejad de dejar clara una advertencia a las potencias extranjeras. Si la división y el enfrentamiento entre la propia clase dominante y el régimen que ha salido a la luz estas semanas crea grandes tentaciones y oportunidades de intervenir en las fisuras, los extranjeros deben saber que Teherán responderá con contundencia a cualquier intento de injerencia.

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