Cine

Intolerable Boyero

A propósito del Festival de Cannes, al que Boyero lleva asistiendo desde hace 25 años, lanza en la web del periódico El Paí­s su propio video-blog. A quienes venimos escuchando a este crí­tico desde hace años no deberí­an sorprendernos los inexplicables órdagos verbales que lanza, aunque no por eso son justificables. El último blanco de sus iras ha sido Pedro Almodóvar. En su video dedica cinco minutos a cubrir la figura del director manchego de improperios, que también son lanzados a Penélope Cruz. Ni siquiera se digna a hablar de la pelí­cula «Los abrazos rotos», ni a hacer ninguna critica formal o conceptual a su contenido. Su opinión se fundamenta en el ataque personal más despiadado. Lo peor de todo es que pretende presumir de independencia crí­tica mientras es financiado por el imperio mediático más grande de los últimos años.

Con su tono socarrón y soberbio canta a los cuatro vientos lo aburrido de la elícula de Almodóvar, mientras en Cannes se deshacen en elogios con el manchego. No es la primera vez. La lista de profesionales vilipendiados por Carlos Boyero es cada vez más grande, y acapara parte de la responsabilidad de algunos de los más sonados fracasos comerciales de nuestro cine, boicoteados desde antes del estreno desde el púlpito que Prisa le proporciona.Las películas norteamericanas siempre gozan, lamentablemente, de mucha más repercusión mediática que las españolas. Sin embargo parece que esto no basta, y he aquí a la voz de la experiencia y la sabiduría cinematográfica, que se encarga de allanarles el camino en la taquilla a base de boicotear constantemente cada nueva propuesta de nuestro cine, aunque sea aclamada internacionalmente.¿A que intereses responde Boyero con estas campañas orquestadas? ¿Es simplemente el odio personal del cineasta frustrado? ¿O hay otros intereses? Quizá las respuestas no sean fáciles de encontrar a priori, pero los síntomas de la enfermedad nos dan una pista. “Las trece rosas” fue una apuesta fuerte del cine español para dar un golpe en la taquilla, después de una importante inversión y un duro trabajo. Pero Boyero no quiso ni esperar a su estreno para recomendar encarecidamente a los espectadores que no fueran a verla, desde su privilegiado altavoz de la Cadena Ser, cual censor franquista señalando una película prohibida. ¿Es simplemente una opinión personal, o tiene algo que ver que Sogecable no hubiera intervenido en la financiación de esa película?Un gregario de los poderosos disfrazado de crítico independiente y resabido, que canta las maravillas del cine francés y del sol de Cannes, mientras ataca y boicotea sistemáticamente a cada valiente español que se atreve a hacerse un hueco en la industria. Al menos a los que no vienen financiados por Prisa, claro está.

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