Declaraciones de Sarkozy sobre Zapatero

¿Inteligencia o fidelidad?

Un gran revuelo se ha montado a ambos lados de los Pirineos por las supuestas declaraciones de Nicolás Sarkozy sobre Zapatero. «Puede que no sea muy inteligente», afirma el rotativo Liberación que pronunció el francés refiriéndose al español en una comida en el Eliseo. El portavoz de Sarkozy lo ha desmentido formalmente, pero la fuente original, el diputado ecologista Franí§ois de Rugy, en cuyo blog aparecen las declaraciones originales, afirma como testigo que Sarkozy en realidad pretendí­a atacar a la izquierda francesa y elogiar a los lí­deres socialdemócratas de España y Reino Unido por «pensar igual que él» y tomar medidas similares frente a la crisis.

"El residente Sarkozy no ha hecho nunca esas declaraciones", indicó a una portavoz del Elíseo y agregó para que la prensa tomar nota textual: "el Elíseo lo desmiente formalmente". La portavoz no aclaró si han llamado a la Moncloa para aclara el malentendido, pero a estas alturas el daño ya esta hecho. Hoy en los medios españoles los defensores y detractores de la inteligencia de Zapatero se baten en dialécticos duelos.Pelea insustancial, puesto que cada uno tiene una opinión formada de la capacidad intelectual del inquilino de La Moncloa. Como es costumbre, se habla de las formas para no ir al fondo. El diputado ecologista François de Rugy, comensal y testigo directo de las palabras de Sarko, arroja más luz sobre el asunto y aclara el malentendido. “No hay que cometer tampoco un error de interpretación”, dice Rugy, aclarando que en realidad Nicolas Sarkozy elogiaba a Zapatero y a Gordon Brown, así como a Felipe González “para atacar a los socialistas franceses". Realmente la idea que quería expresar el presidente francés para menoscabar a sus rivales socialistas era: “si fuerais sólo tan inteligentes como otros dirigentes de izquierdas, estaríais de acuerdo con mi política, como lo están Zapatero o Brown, y a lo mejor no perdíais las elecciones”.Y efectivamente así es. Hace pocas semanas, tras la segunda huelga general, el Primer Ministro francés, François Fillón, respondió airado a las críticas de los sindicatos, que denuncian que Sarkozy ha bajado los impuestos a las grandes sociedades. El argumento fue demoledor: ¿de qué me acusan? – vino a decir- “la España del socialista Zapatero es un ejemplo de país que ha reducido los impuestos a los más ricos”. Quizá hubiera querido argumentar que por esa regla de tres bajar los impuestos a las grandes fortunas es una política de izquierdas, pero seguramente no hubiera colado. Como cada vez cuela menos las múltiples maniobras del gobierno Zapatero para distraernos de un hecho clamoroso: que su gobierno está favoreciendo descaradamente a bancos y monopolios mientras ataca las condiciones de vida de la gente.No es un problema de estulticia, sino de fidelidad. Y en eso Sarkozy no entra, puesto que como él mismo dice, están básicamente de acuerdo.

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