India y Estados Unidos sellaron ayer un acuerdo sobre defensa que impulsará la venta de armas estadounidenses al país asiático para la modernización de su Ejército y permitirá a Washington supervisar el uso final de la tecnología que transfiera. Además, fijaron el emplazamiento de dos centrales nucleares civiles norteamericanas, según anunció la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Ambos países acordaron un pacto de vigilancia de la utilización final de las armas norteamericanas y de la tecnología que serán vendidas a Nueva Delhi, explicó Clinton en su cuarto día de visita al país, en una rueda de prensa conjunta con el jefe de la diplomacia india, S.M. Krishna. Según el acuerdo, India se compromete a respetar la legislación estadounidense sobre la venta de armas.
El acuerdo «abre la vía a una mayor cooeración en materia de defensa entre nuestros países», afirmó la jefa de la diplomacia de Obama. Esta perspectiva cae de maravillas para los estadounidenses Boeing y Lockheed Martin, que participan en una licitación de 12.000 millones de dólares lanzada en 2007 por India para la compra de 126 aviones de combate.En el sector nuclear civil, la enviada de Washington subrayó que dos lugares en territorio indio recibieron la aprobación para construir centrales nucleares estadounidenses. La prensa los sitúa en los estados de Gujarat (oeste) y de Andhra Pradesh (sur). India y Estados Unidos llegaron en octubre de 2008, al final de la presidencia estadounidense de George W. Bush, a un acuerdo político de cooperación en el ámbito nuclear civil, que ha permitido reforzar el acercamiento de los últimos años entre estos dos países. Pero se está aún lejos de contratos comerciales que permitirían a la alianza General Electric-Hitachi o a Westinghouse vender y construir reactores nucleares civiles en India.India se presenta ante Washington como el socio estratégico para la zona con incontables relaciones e intereses en el Afpak y una contención al avance de China en Asia. A diferencia de China India esta optando por ser una potencia regional pero con el patrocinio del Imperio. Pero el enfriamiento del proyecto de escudo antimisiles del que India esperaba obtener suculentas transferencias de alta tecnología militar, negociaciones de desarme nuclear con Rusia, mayor implicación norteamericana en Afganistan -lo que implica un menor protagonismo del que ha tenido hasta ahora India- y, sobre todo, estrechamiento de las relaciones de Washington con Pekín, el gran vecino y rival. Movimientos todos ellos que dibujan un cuadro del que el emergente poder indio no puede estar nada satisfecho y le ha hecho recelar de Washington, parece que con este nuevo giro de los acontecimientos la administración Obama parece querer retomar el camino que ya inicio Bush..