Televisión

Incorrección en Pantalla

Dexter es un asesino en serie que trabaja para la policí­a, Sarah Jessica Parker habla de penes en Sexo en Nueva York, los homosexuales se casan en horario de máxima audiencia y Earl ironiza en su serie sobre la ignorancia de los campesinos en la América profunda. Cadenas como la Fox, estandarte del puritanismo americano, emiten modelos de este tipo, abrumados por su rotundo éxito de público y crí­tica.

Y es que la soberanía que odemos llegar a ejercer la tele-espectadores alcanza límites insospechados. Pepe Colubi recoge ahora en su ensayo “Pechos Fuera” una amplia selección de citas televisivas que marcaron una época, poniendo el acento en modelos de televisión que se adelantaron a las costumbres de cada época. El machismo exacerbado de J.R. en Dallas o las constantes collejas que recibían constantemente los niños en Verano Azul, no levantaron en su día la polémica que quizá si desatarían ahora. Pero ya parece habitual que la televisión se adelante a los modelos sociales, extendiendo la democracia que nace del mando a distancia. Los Simpson o Matrimonio con hijos abrieron la veda, y ahora se “ridiculiza” el modelo de familia tradicional americano, incluso con el apoyo de los grupos mediáticos mas derechistas, que acumulan pingües beneficios a costa de estas series. Al mismo tiempo nos acostumbramos a la rebelde soltería de treinta-añeras de ciudad o de homosexuales completamente integrados, antes incluso en la ficción que en la realidad. En pleno debate sobre la permanencia de las tropas estadounidenses en Irak, series como Cinco Hermanos o Generation Kill diseccionan la realidad del conflicto a través de sus personajes. Siempre se ha dicho que la revolución no será televisada, pero quizá sea el momento de pensar que la ficción de la pequeña pantalla pueda llegar a anunciarla algún día, y además sea u éxito de audiencia.

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