Entrevista a Gorka Maneiro - dipí¹tado del Parlamento Vasco

I Congreso UPyD: Entre la Crisis y la Regeneración Democrática

Quisiera emezar por preguntarte por el curso de los acontecimientos en Euskadi, ¿cómo valoras en lo fundamental la trayectoria del nuevo lehendakari? Todavía es pronto para analizar en profundidad lo que se lleva hecho, pero algunas cosas ya se pueden decir. Por una parte es de agradecer la nueva dirección que ha tomado la Consejería de Interior en su pretensión de acabar con ETA y delegitimizar política y socialmente todo ese entramado. Todas las iniciativas que está llevando a cabo el Consejero nos parecen correctas. Luego en política educativa se verá con el paso de los meses, e incluso de los años. Cómo va funcionando y vamos sacando a los jóvenes de ese mundo. En política lingüística no están dispuestos a dar un gran cambio porque el PSE considera que el euskera es un tema muy sensible para los nacionalistas y no quiere incordiar demasiado, ni decir determinadas cosas que le podría colocar como “enemigo” del euskera. Pero habrá que ir viéndolo. Antes o después habrá que dar el paso de modificar los modelos lingüísticos. En cuanto a la crisis se comprueba lo que ya sabíamos. Debido a la estructura institucional son las diputaciones forales las que llevan a cabo la política fiscal, y el Gobierno Vasco no puede prácticamente meter mano. Lo único que puede hacer es aplicar los gastos de acuerdo a ese dinero. La política fiscal prácticamente no existe, no hay iniciativa por parte del Consejero. Parece que no sabe o no quiere decir porque, al fin y al cabo, “no depende de él”. Después de perder las elecciones Ibarretxe dijo que seguirían gobernando en Euskadi, ¿en qué medida esto ha seguido ocurriendo? Hay un hecho objetivo, y es que ellos se manejan en las tres diputaciones. En la de Álava tienen un nicho de poder importante, son los que deciden la política fiscal, que es bastante importante. Además tienen poder en diferentes ayuntamientos y tienen muchos resortes que condicionan la política. Luego el Lehendakari parece que no quiere contradecirles mucho, excepto en la política contra ETA, el respeto y el recuerdo a las víctimas del terrorismo. Por lo demás parece que le tienen cierto miedo reverencial y no quieren incordiarle mucho. Desde luego el cambio es manifiesto, pero ¿en qué crees que habría que ahondar o qué puntos del régimen habría que desmontar urgentemente…? Lo que pasa es que es también una cuestión de tiempo. Es urgente nutrir al mundo educativo de otros contenidos y que se produzcan cambios en EiTB, donde de momento no se han producido. Han modificado el mapa del tiempo para señalar una frontera entre Euskadi y Navarra, incorporar a Cantabria y La Rioja y seguir dibujando la zona norte de lo que llaman Euskalherria, el sur de Francia. EiTB es un puntal de los medios en el que se debe transmitir otra cosa respecto a lo que se ha hecho hasta ahora. Tampoco se sale al paso de declaraciones como la del Obispo de San Sebastián en el Monte Aránzazu, cuando dijo aquello de que “mas allá de la ley hay que dialogar con todos” y condenaba “la tortura”. El Gobierno Vasco se calló y no dijo nada. Hay que ser claro en el discurso siempre. Luego en las cuestiones referentes al Estatuto de Guernika, de blindar las Normas Forales… planteamientos de los nacionalistas que el PSE asume como propios. Pero en la calle se percibe el cambio de entrada radicalmente, ¿no? Claro, en la dirección de la Ertzaintza, por ejemplo. Los agentes siguen siendo los mismos, profesionales perfectamente preparados que tienen ahora otra dirección política. Además de cierto alivio y descanso porque ya no es una persona extremista como Ibarretxe la que representa a los vascos, porque aquí no todo el mundo es nacionalista. Respecto a la crisis no hacen más que surgir “brotes negros”. El rescate bancario aumenta y el crédito no llega a las pymes, se ofrecen parches pero se suben los impuestos… Efectivamente son parches aplicados exclusivamente en función de sus necesidades de financiación, entorno a los ingresos tributarios. Lo que defendemos desde UPyD es la recuperación del impuesto sobre el patrimonio, que aparentemente no es una cuantía extraordinaria, pero que nos parece del todo justa, porque estamos hablando de patrimonios muy importantes. También la modificación del régimen de las SICAV, un sistema fraudulento en el que se pueden esconder grandes fortunas. Los 400€ deben eliminarse por lo menos para las rentas medias y altas. Es lógico que se elimine en estos casos. Incluso determinadas deducciones en el IRPF y ayudas que son lineales deberían ser progresivas y en función de la renta. No se puede beneficiar por igual a la hija de Botín que a una persona que gana 15.000€ al año. Ahí, la verdad, es que hay mucho juego. Hacen falta cambios profundos en inversión productiva e innovación, y menos gastos en publicidad para salir en los medios explicando sus medidas contra la crisis. ¿No crees que cada vez es más aguda la distancia entre una partitocracia que o toma medidas en beneficio de la banca o está enredada en continuas tramas y corruptelas? Hay un abandono general de la política con mayúsculas. Solo hablan de cosas que no parecen demasiado importantes, perdiéndose en asuntos personales y en ataques. Es un problema también que UPyD no pueda hacerse un hueco en los medios para hacer llegar sus propuestas a la ciudadanía. Se hace cada vez la necesidad de una alternativa como UPyD. ¿Cuál es el objetivo principal del Congreso que habéis convocado desde UPyD para finales de Noviembre? Las reglas del Congreso son lo suficientemente claras como para que la gente vea desde fuera que es la democracia y la participación interna en el partido. El Congreso tiene una serie de características sencillas pero muy claras: El Consejo de Dirección será elegido entre todos los afiliados del país, todos podrán votarlo. También el Consejo Político lo votarán todos los delegados del Congreso; cualquier afiliado puede presentarse como candidato al Consejo Político. Además también cualquier afiliado puede presentar su propio equipo para dirigir el partido, y presentar cuantas enmiendas considere tanto a la ponencia de organización como la política, también a la totalidad. Creo que es un ejemplo para el resto de partidos y para las personas que han criticado que no hay democracia en UPyD. Nos sentimos orgullosos de cómo se han hecho las cosas. No hay que olvidar que sin actual Consejo Político, sin el liderazgo de Rosa Diez y su equipo nada de esto hubiera sido posible. Son ellos quienes han elaborado las normas del propio Congreso. Desde luego el proyecto va a salir fortalecido. ¿No crees que UPyD, además de promover un Pacto Nacional por arriba, debería promover la unidad con diferentes organizaciones, sindicatos y partidos, que son la mayoría, y que están al margen de la partitocracia? Totalmente. Los grandes partidos juegan en otra liga, con otros recursos y otras normas. Hay que tejer nuestras propias redes de afinidad, defendiendo nuestra postura contra la crisis y construir un gran Pacto Nacional. ¿Quieres añadir algo más? Destacar la capacidad de elección que va a crear este Congreso, un movimiento de participación ciudadana extraordinario.

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