El esteoscopio

í‰bola para rato

21 de noviembre. La médico española de Médicos Sin Fronteras que se pinchó con una aguja de alto riesgo es repatriada de Malí­ e ingresada en el Carlos III. 18 de noviembre, la OMS declara 5.459 muertos de 15.351 casos en 8 paí­ses. Siempre cifras por debajo de la realidad. Hace 4 semanas eran 5.000 y 10.000. A dos meses de que la OMS levantara la alerta internacional, cuando los casos rondaban los 2.500 y los fallecidos la mitad, las cifras, vistas de conjunto no se han contenido.

En otras palabras, en dos meses se han multiplicado por seis los casos y por 3,6 los muertos declarados en los 8 primeros meses de brote.

Con la curación de Teresa Romero no se acaba el tema ébola en España, ni en ningún sitio. El primer médico cubano infectado ha sido trasladado a Suiza, en EEUU otro de los médicos repatriados no pudo superar la enfermedad… La aparición del ébola en Mali, un país del que el gobierno no tiene pleno control, con una fuerza de interposición de la ONU por medio, añade un plus de complejidad al problema. Mali ha sufrido la permanente intervención francesa por su frontera con Niger, de donde obtiene el uranio para su industria nuclear.

El caso del imán venido de Guinea que fue mal diagnosticado como enfermo del riñón ha generado más de 500 contactos de riesgo que tienen que ser seguidos diariamente para cortar la propagación del virus. Médicos Sin Fronteras vuelven a alertar de la falta de recursos humanos y materiales para evitar tal propagación.

No se trata de alimentar la espiral alarmista que todos sabemos se usa para justificar restricciones a las libertades, envío de personal militar o experimentación acelerada de medicamentos y vacunas. Se trata de abrir en canal la gran operación de la «comunidad internacional para atajar el brote desbocado de ébola» en África Occidental.

«¿La epidemia toma la delantera a los sesudos epidemiólogos internacionales? «

¿Cómo es posible que las lúcidas mentes de la epidemiología institucional, los de la OMS, los CDC (Centers for Disease Control, Atlanta, EEUU), se hayan visto sobrepasados por la velocidad de propagación del virus?Falta de recursos, dirá Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU. España ha enviado la mitad de los 3 millones de euros prometidos por Rajoy.

El objetivo inicial fijado para diciembre de que el 70% de los entierros de muertos por ébola y el 70% de infectados reciban tratamiento ha sido pospuesto medio año más.

Menos de una cuarta parte de los casos de ébola han sido aislados. Las cifras en Sierra Leona son la mitad de eso, un 13%. A finales de noviembre sólo la cuarta parte, el 26%, de los centros necesarios de tratamiento, y un porcentaje menor de centros de salud comunitarios, estaban en funcionamiento. En los países afectados la mitad de los trabajadores han perdido sus empleos, millones de niños no acuden a la escuela y el crecimiento económico vuelve a ser negativo.

En Guinea, el asalto a un taxi acabó con la sustracción al pasajero, que resultó ser un correo, de las muestras de sangre sospechosas de contener el virus que estaban siendo transportadas al laboratorio.EEUU está totalmente concentrado en construir su puente de mando en Liberia. Liberia es el único país que aceptó albergar el cuartel general de Africom (la sección del ejército norteamericano para África) en 2008, cuando fue finalmente instalado en Stutgart, Alemania.

«Hay todo un mundo que se le está escapando de las manos a la gran superpotencia»

La puesta en marcha de laboratorios en los que 24 especialistas examinan las muestras de sangre y de 17 centros (100 camas cada uno) de tratamiento del ébola, no quita que los intereses últimos del despliegue militar norteamericano no sean tan humanitarios como parecen. Esta cuestión la hemos tratado en estas páginas en anteriores artículos.

Aquí en nuestro país, el comité de empresa de la empresa que gestiona la base militar de Morón ya ha alertado de que EEUU está utilizando la misión humanitaria de la lucha contra el ébola, que para las tropas norteamericanas genera «menos rechazo en la opinión pública», como antesala de una serie de misiones militares que van a ser «más impopulares», señalando la creciente amenaza del yihaidismo en Oriente Próximo.

Detrás de la lucha contra el ébola y contra el terrorismo islámico hay todo un mundo que se le está escapando de las manos a la gran superpotencia americana y, con ella, las viejas potencias occidentales.Por eso la pasividad programada de EEUU en torno al problema del ébola.EEUU son especialistas en reconducir grandes crisis sanitarias (cuando no crearlas) a la medida de sus intereses geostratégicos.

En España ya lo sufrimos con la barbarie del Síndrome Tóxico, en 1981, el envenenamiento alimentario de 30.000 conciudadanos, el mayor de la historia de Europa, con un producto organofosforado (usado como insecticida y como arma química) cuyo silenciamiento sirvió para sellar la entrada del país en la OTAN y la CEE.El desembarco de los epidemiólogos norteamericanos supuso, como nos confirmaron las propias víctimas de la asociación Fuentox, en Fuenlabrada, y los médicos depurados del Plan Nacional para el Síndrome Tóxico, la falsificación de los estudios epidemiológicos para culpar al aceite de colza y el secuestro de pruebas médicas que eran trasladadas a Atlanta (sede de los CDC), que impidió el correcto tratamiento de las víctimas.

EEUU tomó las riendas ante la imposibilidad del gobierno de Calvo Sotelo de frenar el envenenamiento, de acallar la ira popular y a los médicos que insistían en que ni era una pneumonía ni una reacción a un aceite en el que, a día de hoy, ningún laboratorio del mundo ha logrado detectar sustancia alguna que justifique los terribles padecimientos y secuelas, identificados entonces por médicos militares y forenses como efectos de los gases nerviosos (organofosforados) usados en la guerra química, esta vez vehiculizados a través de una partida de tomates de la variedad Lucy cultivados en Roquetas de Mar (Almería) y distribuidos por transporte por carretera a los mercadillos de numerosas localidades del centro y norte de España.

«España conoce bien las reconducciones de crisis sanitarias por EEUU»

También, un 12 de noviembre de hace ahora 8 años murió Mark Purdey, el ganadero científico británico que puso en jaque la teoría oficial del gobierno británico sobre otra de las grandes crisis sanitarias, el mal de las vacas locas. El hombre que demostró que los priones, proteínas anómalas causantes de la encefalopatía espongiforme, no eran más que proteínas deformadas por el desequilibrio entre el cobre y otros minerales como el manganeso. Y que el detonante fue la orden del gobierno Thatcher de tratar la enfermedad de la mosca del tábano, que tanto daño causaba a la ganadería británica, con dosis peligrosamente altas de un insecticida aplicado directamente sobre la espalda de los animales. Su negativa a obedecer por gestionar una granja ecológica le costó tener que enfrentarse al Ministerio de Agricultura inglés en los tribunales. Su victoria y los sucesivos estudios posteriores en diferentes partes del mundo sobre la relación entre las diferentes encefalopatías espongiformes (en ovejas, ciervos, etc.) y los desequilibrios minerales del terreno le llevó a ganarse el respeto y apoyo de muchos y la marginación y la marginación por parte del poder.

Millones de animales inocentes pagaron con su vida la solución final al problema. Culpar a unos piensos (que no causaron ninguna epidemia en Europa del Este a pesar de haber sido exportados a toneladas), enterrar las pruebas y encarecer la producción de carne aumentando los controles y la seguridad. El premio Nobel, eso sí, cayó al otro lado del atlántico, fue para el investigador Norteamericano Stanley Prusiner en 1997, quien acuñó el término prión como agente infeccioso de origen no microbiano sino protéico.El trasfondo, la enorme competencia entre la ganadería norteamericana y la ganadería europea por los mercados.

Tenemos ébola para rato.

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