Noriega podrí­a ser extraditado a Francia de su cárcel en EEUU

Hussein y Noriega, vidas paralelas

Así­ trata Washington a sus ex dictadores rebeldes. Puesto y depuesto por la Casa Blanca, Noriega cumple 19 años preso por «narcotráfico» en una cárcel norteamericana. EEUU invadió Panamá para detenerlo en 1989. Sadam Hussein y Noriega, tienen más en común de lo que parece. Ambos «muñecos diabólicos» de Washington, al igual que Hussein en Irak, Noriega en Panamá quiso actuar por su propia cuenta, lo que le valió ser depuesto como dictador y su paí­s invadido.

A unto de terminar su condena en EEUU, una corte de apelaciones norteamericana acaba de aceptar la extradición de Noriega a Francia, donde se le acusa de “lavado de dinero”. La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, tendrá la última palabra para firmar la extradición de Noriega. Las razones del actual, y quizá eterno, encarcelamiento de Noriega son diáfanas. “Su error fue no aceptar la proposición que le hizo Estados Unidos de elegir un exilio dorado” afirma abiertamente su abogado Frank Rubino. Agente de la CIA, y ejemplar dictador de Washington cayó en “desgracia” cuando se creyó invencible y se desacató, provocando la invasión estadounidense de 1989, explica Rubino, pero “Ha aprendido la lección”, añade. Noriega gobernó Panamá entre 1983 y 1989, pero su tiempo había terminado. Washington había elegido a Guillermo Endara como sucesor, pero Noriega, rebelándose a los nuevos tiempos “democráticos” proyectados por la Casa Blanca para Panamá, desconoció los resultados de la elección presidencial de 1989. La respuesta de los EEUU fue tan rápida como implacable. Con la conocida como “Operación Causa Justa” el 20 de diciembre de 1989 las tropas norteamericanas invaden Panamá; la excusa es que Noriega es requerido por la justicia norteamericana por el delito de "narcotráfico". Durante la invasión fueron asesinados entre 3.000 a 6.000 panameños como consecuencia de bombardeos en el barrio El Chorrillo, sitio donde se encontraba hubicadas la comandancia del general Noriega. Un genocidio y una feroz invasión imperialista para reconducir un país. ¿Quién paga por estos crímenes? La condena de este muñeco diabólico de Washington, Noriega, al igual que la de Hussein, es una burla y una farsa.

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