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Mientras no se cumplen los distintos convenios laborales con sus trabajadores, ACS acumula beneficios por miles de millones anuales en plena crisis
La huelga de 24 horas del uerto de Valencia paraliza el 75 % del trasporte y las mercancías. La huelga se convocó al finalizar la festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los marinos. Según plantea el presidente del comité de empresa, Fernando Gabarda de UGT, el detonante ha sido el despido ilegal de un compañero jefe de turno, Lorenzo López. Pero en realidad el conflicto laboral viene de mucho más lejos. La huelga ha sido, en concreto, en la empresa Marítima Valenciana. Esta es una de las tres terminales del puerto valenciano. Según las autoridades portuarias, el efecto fue mínimo en la acción portuaria conjunta de la Capital del Turia. Pero la realidad es que Marítima Valenciana supone el 49 % del total de volumen de trabajo. Si ellos se paran, se para el puerto. En esta huelga han parado 150 de los 270 trabajadores que hay en total. Pero estos 150 son el 90 % del personal no administrativo, es decir el operativo, el que carga y descarga los barcos. En una terminal donde cada día pasan 1.300 camiones a cargar o descargar no pasó ni uno solo. Fernando Garbada denunció que no se cumple la legislación vigente, la Constitución, el Estatuto de los Trabajadores y el convenio colectivo de empresas consignatarias y estibadores de la provincia de Valencia; por lo que se exige su cumplimiento. También se hace hincapié en que estas faltas ocurren desde que Marítima Valenciana fue adquirida por dragados, la cual fue absorbida por ACS (Actividades de Construcción y Servicios). Mediante el dialogo ha sido imposible alcanzar ningún acuerdo con la empresa. Es por esto que se ha decidido acudir a la huelga y anuncia próximas movilizaciones si no hay acuerdo y avance en estas demandas. Lo que plantea la plantilla es la unidad para conseguir que se respeten los distintos convenios. Convenio que como en el último caso no son respetados de forma sistemática por la empresa. La última fue no respetar lo acordado sobre salario en vacaciones, solo se aplica parcialmente. Un acuerdo que fue firmado en una sede judicial el pasado 12 de enero… Es curioso que una empresa portuaria determinante en el puerto de Valencia tenga este tipo de problemas. Curioso porque es del caciquismo más absoluto. Pero es hiriente si se compara con los beneficios de la matriz, ACS. ACS es en esencia un grupo constructor. Por ejemplo la Ciudad de las Artes y las Ciencia de Valencia la han levantado ellos. También es un grupo energético. Estos dos son los pilares principales que lo consolidad como monopolio que está en distintas sectores, sobre todo en servicios, como el Puerto de Valencia. En plena crisis en el primer trimestre del año 2009 ACS ha ganado en beneficio neto 1.306 millones de euros, creciendo así un 118 %. Su negocio aumentó un 1,6% hasta superar los 4.080 millones de euros, de los cuales el 21% es internacional. Mientras ellos aumentan sus beneficios y plusvalías, la base de su negocio, sus obreros y trabajadores, se basa en exprimirlos al máximo sin ni siquiera seguir los convenios más básicos como son el Estatuto de los Trabajadores y la Constitución, ni siquiera lo firmado en el juzgado. En estas cuestiones tan hirientes es donde se vislumbra la realidad de la crisis, crisis de la construcción si, pero ACS tiene 4.080 millones de negocio; democracia si, pero los convenios se cumplen cuando a ACS le interesa… Es necesario frente a esta realidad un fuerte movimiento sindical que sea unitario, democratico y combativo.