Segundo atentado en Grecia en los últimos cuatro dí­as

Huele hasta Langley

Una bomba explotó hoy frente a una entidad bancaria en Atenas, sin que se tenga constancia de que haya provocado daños personales, en el que es el segundo atentado en la capital griega en los últimos cuatro dí­as. El viernes pasado, un empresario griego de 62 años resultó gravemente herido hoy cerca de Atenas al estallar una bomba-trampa colocada en su automóvil. La violencia terrorista vuelve a brotar en el paí­s heleno, después de los atentados de febrero que enturbiaron las masivas movilizaciones de protesta contra el gobierno tras la muerte del estudiante Alexis Andreas Grigoropoulos a manos de la policí­a ¿Quién está detrás?.

Además del atentado contra una filial de la entidad bancaria Citibank en Atenas, el asado miércoles, varios desconocidos aparcaron de madrugada un coche cargado con una potente bomba frente a una sede de Citibank. Un guardia de seguridad alertó a la Policía, que pudo desactivar el artefacto. Pero el suceso de mayor de gravedad ocurrió el pasado 6 de marzo, en el barrio costero de Voula, cuando un empresario griego de 62 años, intentó poner en marcha el motor del vehículo, un todoterreno que fue devorado por las llamas. El hombre, gravemente herido, fue trasladado e internado en un hospital cercano.Aparentemente, el empresario herido se dedica a importar vestimenta y ya había sido víctima de otro ataque con bomba en 2004. La policía no descarta una venganza personal, pero tras los atentados contra las oficinas bancarias, ya se habla de una nueva ofensiva terrorista.La autoría de estos nuevos atentados aún no ha sido reivindicada, pero sí la de los que ocurrieron hace un mes, cuando un cuartel de Policía fue atacado con una granada de mano y disparos que no ocasionaron víctimas. También el 5 de diciembre, un policía griego resultaba herido de gravedad en un ataque terrorista contra un vehículo de la Policía antidisturbios, que realizaba labores de vigilancia ante el edificio del Ministerio de Cultura griego, cercano a la Universidad Politécnica de Atenas.Un grupo autodenominado "Lucha Revolucionaria" se responsabilizó a mediados de enero de la autoría de varios ataques perpetrados contra el policía, un autobús policial y también la sede de la petrolera internacional Shell en Atenas. La Policía considera que esa organización terrorista y otros grupos que perpetraron acciones violentas en los últimos cinco años podrían ser ramificaciones o seguidores de la banda "17 de noviembre", responsable desde 1975 de más de 30 asesinatos y cientos de atentados y que fue desarticulado en el año 2002.Pero la experiencia nos indica que detrás de los grupos terroristas hay que buscar siempre a oscuros grupos de poder, a la larga mano de los aparatos de Estado y de las potencias mundiales. La actividad de la banda "17 de noviembre" coincidió con el auge de un poderoso movimiento popular, obrero y estudiantil que fue capaz de derribar a la Junta Militar griega. La actividad terrorista de "extrema izquierda", como en el caso italiano con las Brigadas Rojas, buscaba dos objetivos.Primero: desestabilizar a Grecia en un momento en el que para Washington cobraba especial importancia reforzar a su histórica rival, Turquía, pieza clave ante una URSS cada vez más a la ofensiva. Segundo: radicalizar un potentísimo movimiento obrero y popular griego, con un fuerte contenido antiimperialista que dura hasta hoy. "Ultraizquierdizarlo" hacia acciones violentas para separarlo de las masas y convertirlo en un cauce marginal. Una suerte de "vacuna social" contra la revolución.Hoy el rebrote del terrorismo en Grecia coincide con las vastas movilizaciones y revueltas de estudiantes y trabajadores. La chispa que hizo prender la pradera fue la muerte de un joven a manos de la policía, pero la crisis económica, que ha caído con toda su crudeza sobre las clases populares, y en especial sobre la "generación de los 300" (versión griega de los mileuristas) había generado un polvorín social que tenía que estallar. Durante más de un mes, las movilizaciones y la rebelión del pueblo griego han creado una situación de ingobernabilidad en el país heleno.¿Casualidad?. El olor a podrido de los atentados conduce a las negras cloacas del Estado griego. Si pudiéramos soportar su hedor un poco más, descubriríamos entre el cieno los hilos de oro que conducen a Langley, Virginia, donde la inteligencia norteamericana se ocupa de lo que le incumbe: las entrañas de los países del mundo.

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