Corresponsalí­a Navarra

Huele a podrido

Mientras Seat y Wolksvagen siguen haciendo caja y alardeando de cuentas sanas, la industria auxiliar deja tras de si un reguero de trabajadores que se encuentran en una situación crítica. Los trabajadores de Logex ven como la roducción de lunas para el nuevo modelo Polo se abastece desde otros puntos para abaratar costes mientras 18 trabajadores quedan en la calle mediante un ERE. El caso de las empresas Lapurbide Manutención y Binsa, subministradoras de carretillas para carretillas elevadoras para Volkswagen Navarra y Seat Martorell. Un total de 48 trabajadores que desde febrero no reciben sus salarios encontrándose de esta forma en una situación insostenible.Los trabajadores ven totalmente injusta esta decisión tomada por la empresa que pasa por momentos económicos difíciles y falta de financiación. Si en principio la situación económica de la empresa no se achaca a los clientes Seat y Wolksvagen, un tejido industrial que huele a podrido sumerge en esta crisis, dependientes de multinacionales, presos de sus clientes que deciden el futuro de las empresas. La impasibidad de los políticos de no plantear una alternativa para estas plantas, que por otra parte siguen funcionando, es una irresponsabilidad que deja a estas 48 familias con una hora de fichar y sin sueldo con el que sobrevivir.Los trabajadores han reclamado el cobro de sus nóminas en diferentes concentraciones y protestas y la desconfianza cada vez crece mientras ven pasar los días sin que se le de solución al problema. ¿Cómo es posible que empresas incrustadas en estas multinacionales del automóvil se pudran mientras Seat y Wolksvagen presentan unas cuentas sanas? Precisamente esta es la cuestión, se destruye por abajo con sueldos impagados y ERE´s en empresas dependientes mientras SEAT hace cuentas y reajusta presupuestos a costa de destruir empleo a costa de dejar estas familias en situaciones insostenible. Entre tanto el Gobierno no plantea alternativa, tan solo prepara el entierro de miles de puestos de trabajo, el entierro de una buena parte del tejido industrial. Una alternativa que invierta en sacar adelante el tejido industrial, financiando proyectos de viabilidad a cambio de acciones de las empresas para que el dinero público de invierta y redistribuya creando riqueza, puestos de trabajo, y beneficios que permitan el ahorro y la reinversión en beneficio de los trabajadores y permitiendo que estas empresas productivas puedan plantearse un futuro en que el se pueda naufragar de la crisis en una dirección que nos beneficie a la gran mayoría.

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