Sí­ndrome de hiperactividad

Hiperactividad, el trastorno de moda

Hace veinte años no existí­an en las aulas alumnos afectados del sí­ndrome de hiperactividad ( THA), ni del trastorno por déficit de atención (TDA). A los escolares inquietos que molestaban en clase se les castigaba y los que no aprendí­an eran relegados al «pelotón de los torpes». El hecho de que , a dí­a de hoy, estos niños sean diagnosticados de HA + TDA, ¿es realmente un avance?

Analicemos aso a paso la situación porque en la definición del síndrome de hiperactividad están confundidos y peligrosamente enmarañados conceptos pedagógicos y criterios médicos. En primer lugar hay que tener en cuenta que bajo esta denominación de HA+TDA asociado se encuentran un amplio abanico de conductas que ocasionan dificultades en el alumno y problemas en el aula . Se trata de niños con necesidad continua de moverse y de cambiar de actividad, que no se concentran, que olvidan lo que se les dice, incapaces de memorizar, que gritan mucho, resuelven los conflictos a golpes y empujones y , en general, rompen la actividad cotidiana en el aula. Desde la escuela suele venir la primera llamada de atención sobre estos chicos con problemas , en principio solamente escolares; sucede que a menudo en su casa manifiestan una conducta similar y entonces se impone la visita al médico y/o psicologo para que establezca el diagnóstico, toda vez que padres y maestros se confiesan incapaces de resolver el problema. Y es aquí donde , habitualmente , el niño deja de ser “ fulanito” para convertirse en paciente afectado de “ síndrome de hiperactividad y/o trastorno de déficit de atención”: en consecuencia se le medica con un compuesto llamado “Ritalín” que atenúa los síntomas y tranquiliza al niño y a los adultos encargados de su educación y crianza. El tal medicamento tiene en su composición anfetaminas que , curiosamente , actúan como tranquilizantes y moderadores de la conducta, Primera contradicción médica que urge investigar. Parece que con el síndrome de hiperactividad ocurre lo mismo que con la depresión, si el enfermo reacciona positivamente a los antidepresivos es que estaba deprimido, La enfermedad definida en base a los medicamentos y no a las causas. En efecto , de esta forma llegamos al meollo de la cuestión porque el HA+TDA es un síntoma o conjunto de síntomas de un sujeto infantil que habla de sí mismo y de sus conflictos a través de esas conductas. El Ritalín les hace callar, silencia los síntomas , pero no resuelve el problema. Se impone buscar otros caminos , otras vías de investigación, porque el alumno con problemas, el niño problemático es , esencialmente, un sujeto que sufre. No necesariamente procedente de un medio social conflictivo o de una familia desestructurada ¿? ; sencillamente un sujeto que en su devenir se ha tropezado con conflictos que no sabe resolver. El niño habla a través de su síntoma ya que no es capaz de poner en palabras lo que le inquieta, de ahí la queja de padres y profesores : este niño no para quieto. Se manifiesta con todo el cuerpo ya sea activamente ( hiperactividad ) o pasivamente ( trastorno de déficit de atención). Al adulto toca interpretar , de alguna manera, lo que el niño dice y ayudarle a poner en palabras lo que le aqueja. En cambio lo silenciamos, a su llamada de socorro respondemos con una mordaza, llámesele Ritalín o terapia conductista o técnicas de relajación. Por eso es más que cuestionable este “ supuesto” avance diagnóstico, fundamentalmente porque borra al sujeto y en su lugar pone al “ paciente aquejado de…” Que todo sujeto tiene una historia personal que lo determina lo descubrió Freud hace más de un siglo , que la palabra cura , también. En esta sociedad del siglo XXI que uniformiza , anula y trata de aniquilar lo individual de cada sujeto, la hiperactividad es , a la vez , pregunta y respuesta ; es el triunfo de lo personal frente al sistema, el último recurso del niño bien alimentado y atendido para que se le escuche. Y solamente la escucha atenta y cuidadosa, profesional , si se quiere, puede abrir el camino a la resolución de los problemas y proporcionar al niño recursos para afrontar la vida.

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