Cine

Herejes, degenerados y rebeldes del cine español

Si el modelo tradicional esta en permanente crisis, pues aquí­ llegan los inquietos creadores a solucionarlo. ¿El método? La transgresión más absoluta, la interdisciplinaridad y el derrumbamiento de las barreras formales. Hasta una veintena de jóvenes directores demuestran que el audiovisual español no tiene nada de famélico, y sí­ mucho de desprejuiciado, y se preparan para exhibir esta colección de obras dispares en los centros internacionales que el Instituto Cervantes tiene repartidos por el mundo. Desde los delirios de montaje en «Mundo Viejuno» de Muchachada Nuí­, hasta los sesudos ensayos cinematográficos de Lluis Escartí­n, todo vale para mostrar al mundo la versatilidad de nuestros productos audiovisuales.

Degenerados carentes de rigor en el género y en los métodos, que combinan lenguajes como el cine documental, el corto, la televisión y el cine exerimental. Producciones que difícilmente encuentran el hueco y el marco adecuado para exhibirse en toda su magnitud, que se introducen en los museos más importantes, pero cuya relación con el arte pasa por lo efímero. Fugazmente aparecen en los festivales de cine, mientras algunos directores clásicos los miran de reojo. Algunos encontrarán un hueco en la televisión, pero, casi siempre, a horas intempestivas y escasas de audiencia.Autores situados completamente al margen de la producción industrial, que producen su cine personal y visceral. Nombres apenas conocidos, pero con trayectorias consagradas, como Daniel Cuberta, quien renuncia abiertamente a encuadrarse en el mundo del videoarte, o Josetxo Cerdán, o los de Muchachada Nui a los que se une toda una troupe de cineastas lúdicos que han empezado a conocerse a partir de su inclusión en el proyecto, como Fernando Franco, Gonzalo de Pedro, María Cañas o Andrés Duque.No le deben nada a nadie, porque nadie les produce. El uso individual y hasta amateur del cine -digital en su mayoría- es su territorio. Más allá del plano contraplano del cine español contemporáneo, el trabajo de estos autores muestra que hay otra forma de hacer las cosas."La ley formal más profunda del ensayo es la herejía", esta es la premisa de la que parten los componentes de este proyecto, algunos derivados de la enseñanza artística y otros de la audiovisual, pero todo ubicados entre esas aguas de la irreverencia creativa y la superación, de comunicarse con el mundo echando mano a todo lo que está a su alcance.

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