Iglesias de momento sólo es un figurante que trabaja gratis total y sin saberlo él para el cuarteto de la conspiración
Mariano Rajoy se queda con el monopolio del Orden y Pablo Iglesias con el de la Protesta. El PSOE, en alta mar, sin capitán y con una epidemia de fiebre amarilla a bordo (…)
La comisión gestora del PSOE se equivocó al encargar la defensa de la abstención al diputado Antonio Hernando (…), defendió la abstención con el mismo ahínco con que hasta hace unas semanas juraba en arameo que el PSOE jamás haría presidente al candidato de la derecha.
FullscreenPablo Iglesias, conversando ayer con los diputados del grupo de Unidos Podemos (EFE)En las próximas semanas y meses, el PSOE hará una oposición gestual y vistosa (…) Habrá pirotecnia…, pero el Partido Popular tiene la sartén por el mango.
Desde el Parlamento se puede ejercer un cierto control del Gobierno, se le puede criticar, se le puede desgastar, se le puede marear y se le puede tumbar, si la oposición suma más de la mitad de los votos y se pone de acuerdo en un candidato alternativo. La idea de un Gobierno totalmente en manos del Parlamento, sin embargo, no es realista. Es una mentira piadosa. El sistema político español se basa en una notable fortaleza del poder ejecutivo. El Gobierno manda, aunque esté con el agua hasta el cuello en la Carrera de San Jerónimo.
Campo libre para Podemos. Pablo Iglesias ejerció ayer de jefe de la oposición y contó con la complicidad de Rajoy, entre paternal y sardónico. Iglesias golpeó sin piedad la abstención socialista (…) Entusiasmó a los suyos, pero dibujó sus límites. Ese voltaje, ese lenguaje y esa rabia no conectan con la cultura política de los electores socialistas irritados con el bandazo del PSOE. Hay en estos momentos una tierra de nadie en la izquierda. Gente que podría abandonar el PSOE, pero que no encuentra pista de aterrizaje en Podemos, volcado en subrayar que es el partido de los más indignados.
Podemos ayer lideró la oposición, pero todavía no encabeza la izquierda.